La Policía Nacional ha encendido las alarmas a las puertas del Black Friday y la campaña de Navidad. Ante el repunte de fraudes online ligados a las compras con descuento, la Unidad Central de Ciberdelincuencia ha difundido un aviso específico sobre las estafas más frecuentes, con un protagonista claro: el skimming, una técnica silenciosa que permite a los delincuentes quedarse con los datos de las tarjetas y, en los peores casos, vaciar por completo la cuenta de la víctima.
Para intentar llegar al mayor número posible de usuarios, los agentes han estrenado una campaña de micropodcasts divulgativos: pequeños audios de alrededor de un minuto que se difunden por WhatsApp, X, Facebook y las principales apps de pódcast. En cada entrega se explica, con lenguaje llano, cómo funciona un tipo de fraude concreto, qué señales deben ponernos en alerta y qué pasos seguir para reducir el riesgo al comprar por internet en estos días de consumo masivo.
Micropíldoras para aprender a desconfiar
El primer episodio se centra en el skimming, el método que más preocupa ahora mismo. La estafa arranca casi siempre con un SMS o un correo que imita a empresas conocidas, sobre todo de paquetería o comercio electrónico. El mensaje incluye un enlace que lleva a una web falsa, pero muy similar a la original, donde se pide al usuario que introduzca sus datos personales y bancarios con la excusa de pagar tasas, confirmar un envío o solucionar una supuesta incidencia. Una vez que la víctima los facilita, los estafadores pueden clonar la tarjeta y operar con ella sin que el titular lo note de inmediato.
La Policía también alerta sobre otros fraudes que se han disparado en los últimos meses: el cambio de factura, en el que se manipulan los datos de una factura real para que el pago termine en una cuenta controlada por los delincuentes; la estafa por cambio de nómina, que consiste en suplantar a un trabajador para redirigir su salario; o engaños más “sociales”, como la llamada “estafa del amor”, que explota mensajes de urgencia del tipo “tu hijo está en apuros” para forzar decisiones impulsivas. A esto se suma la “estafa de los likes”, que comienza ofreciendo pequeñas cantidades de dinero a cambio de interactuar en redes y termina empujando a la víctima a invertir cantidades cada vez mayores en supuestas oportunidades.
Consejos básicos para un clic seguro
Frente a este escenario, los agentes insisten en unas pautas básicas: limitar las compras a comercios y plataformas de confianza, comprobar que la web en la que introducimos datos tiene protocolo seguro (HTTPS y candado en la barra del navegador) y evitar, siempre que sea posible, los pagos por transferencia directa si no hay garantías claras. Como norma general, recomiendan desconfiar de cualquier mensaje que pida datos bancarios con urgencia, evitar pinchar en enlaces recibidos por SMS o correo sin verificarlos primero y sospechar de ofertas demasiado buenas que exigen actuar “ya” para no perder la oportunidad.
La campaña subraya, además, que “hay una estafa para cada rango de edad”: los ciberdelincuentes ajustan el mensaje y el canal según el perfil al que quieren dirigirse, desde jóvenes muy activos en redes hasta jubilados que gestionan sus ahorros por banca online.















