Muchos anticipaban un desastre pero no uno tan grande. La última adaptación de La guerra de los mundos, basada en la inmortal novela de H.G. Wells, ha aterrizado en Prime Video con el mismo estruendo con el que sus alienígenas devoran datos pero sin causar ni la más mínima conmoción positiva entre crítica y público.
Esta nueva versión —protagonizada por O’Shea Jackson, más conocido como Ice Cube— reinventa por completo el clásico literario con una premisa desconcertante y un tono que roza la autoparodia involuntaria. Lejos quedan los ecos del terror radiofónico de Orson Welles o la espectacular destrucción de la versión de Spielberg con Tom Cruise. La crítica la ha destrozado.
La nueva adaptación del clásico de ciencia ficción desembarca en Prime Video entre abucheos: "Es horrible", claman las primeras críticas
Con una estética genérica y un guion que parece escrito por un algoritmo mal calibrado, esta reinterpretación traslada la invasión marciana a un escenario digital, donde los extraterrestres son poco más que virus de red con forma humanoide. El supuesto giro “moderno” de la historia es tan fallido que hasta el eslogan promocional de la propia plataforma —"Es peor de lo que crees"— ha terminado siendo profético.
De hecho, la película ostenta con orgullo una puntuación del 0% en Rotten Tomatoes, compartiendo podio con Alarum, ese extraño experimento de Sylvester Stallone que ya ha sido convenientemente olvidado por casi todo el mundo. Las críticas no se han hecho esperar. Peter Debruge, de Variety, resume el desconcierto general con una frase que debería estar grabada en mármol: “¿Cuántas personas verán esta tontería el tiempo suficiente para llegar a la parte donde el repartidor de Prime salva el día y le dice a Will: ‘Necesito que hagas un pedido oficial en Amazon para activar el dron’?”
Otras reseñas, menos irónicas y más directas, la han calificado como “la peor película del siglo” o “una afrenta directa al legado de H.G. Wells”. La película todavía no ha llegado a la plataforma en España, pero su estela de desastre ya precede su desembarco.
Ice Cube, que ya coqueteó con la ciencia ficción en la infravalorada (aunque también fallida) Fantasmas de Marte de John Carpenter, vuelve a chocar contra el muro de la especulación futurista. Ahora bien, ¿es tan mala como para figurar entre las peores películas del siglo XXI? Difícil. Para entrar en ese infame panteón haría falta competir contra verdaderos titanes del desastre cinematográfico. Títulos que, por méritos propios —o deméritos narrativos— han alcanzado un estatus de culto inverso.
Ahora bien, ¿es tan mala como para figurar entre las peores películas del siglo XXI? Difícil. Para entrar en ese infame panteón haría falta competir contra verdaderos titanes del desastre cinematográfico, como Bigfoot, Deadhunter: Sevillian Zombies, Miss Naufragio: Desfila como puedas, Pterodactyl, Zombie Nation, Ultimátum al planeta, Apartamento 1303: La maldición Dragon Ball: Evolution, 2010: Moby Dick y Titanic II, secuela apócrifa que naufraga en todos los sentidos posibles. Comparada con ese catálogo del espanto, esta nueva La guerra de los mundos quizá solo sea un mal recuerdo... pero no el peor.
