Las citas tradicionales están pasando de moda para la Generación Z, que ha encontrado en el deporte una nueva forma de conectar y construir relaciones. Lejos de las terrazas y el clásico café, los jóvenes entre 18 y 26 años prefieren compartir experiencias más dinámicas y saludables como el running, el pádel o la escalada. Un estudio de Bumble e IPSOS Digital lo confirma: el 61% de los solteros españoles considera que el deporte es la mejor forma de desarrollar relaciones sanas y significativas.
El deporte como nueva red social
El 40% de los jóvenes prefiere conocer a alguien mientras practica una actividad deportiva o cultural, asegurando que esto genera conversaciones más auténticas y permite que las relaciones se desarrollen de forma natural, tal y como recoge La Vanguardia. Clubes de running, senderismo o baile se han convertido en puntos de encuentro donde las conexiones fluyen sin la presión de una cita clásica. Según el mismo estudio, el 67% de la Generación Z ve en el deporte la clave para construir vínculos sólidos y compartir experiencias.
Adiós al café, hola a las zancadas
Este cambio de paradigma queda patente en eventos deportivos como la próxima Mitja Marató de Barcelona, la media maratón más grande de España, que este domingo 16 de febrero reunirá a 30.000 corredores. Entre ellos, no solo habrá runners decididos a superar sus marcas personales, sino también personas en busca de una conexión especial entre zancada y zancada.
Más allá del evento de este domingo, Bumble organizará actividades especiales en colaboración con The Ginger Club (Madrid) y Prorunners (Barcelona) para dar la bienvenida a la primavera en marzo. Tras el éxito de propuestas similares en ciudades como Nueva York y Londres, el deporte se confirma como la nueva red social para los corazones solitarios que buscan algo más profundo que un simple “match”.
La Generación Z ha dejado claro que el amor no necesita citas formales para florecer. El deporte se convierte en un terreno fértil para establecer vínculos sinceros, donde el objetivo no es cruzar la meta en solitario, sino disfrutar del recorrido acompañado. Así, las nuevas experiencias compartidas están marcando el camino de las relaciones del futuro, dejando atrás las conversaciones superficiales para dar paso a conexiones genuinas.
