En España, hablar de vivienda se ha convertido en un ejercicio de resignación colectiva. Comprar o alquilar ya no es una decisión, sino una carrera de obstáculos marcada por la desigualdad. Los salarios crecen a paso lento —-penas un 3% interanual- mientras los precios de la vivienda suben más de un 15% en ciudades como Madrid o Barcelona. Y el resultado es el que todos sospechan: un mercado agotado, donde encontrar piso exige no solo dinero, sino suerte y reflejos.
En este contexto, el empresario José Elías, conocido por su franqueza en el podcast Búscate la vida, ha puesto voz al desconcierto que muchos comparten. "A mí me empieza a dar miedo cuando vas a buscar un piso y ves millón, millón y algo, y dices… hostia, ¿cómo haces para vivir allí?", confiesa. No es una queja al azar, sino el retrato de un país donde la vivienda ha dejado de ser un derecho y se ha transformado en un privilegio.
Madrid, ciudad de lujo: José Elías critica un mercado donde un piso cuesta un millón y un hotel 800 € por noche
Elías compara la situación con su Barcelona natal: "Ha subido, pero ni mucho menos como en Madrid". En la capital, la fiebre inmobiliaria se extiende más allá del mercado residencial. Los hoteles tampoco se libran del espejismo. "El otro día fuimos a Madrid y nos quisimos quedar una noche en un hotel: 800 euros por noche", relata. Aunque puntualiza que fue en festivo, su anécdota ilustra un fenómeno creciente: el turismo, las ferias y los congresos han convertido la ciudad en un tablero de cifras imposibles.
@blvpodcast “En Madrid están pasando cosas muy raras” #blv #podcast #madrid ♬ sonido original - Búscate la vida
"Cada semana hay una feria, cada semana está lleno y cada semana te soplan 800 pavos por quedarte", resume. En tono casi sarcástico, el empresario plantea una alternativa que muchos privilegiados ya practican: comprar o alquilar un piso de 1100 euros mensuales solo para tenerlo cerrado, como refugio ante la falta de opciones.
Su reflexión condensa la paradoja madrileña: una ciudad vibrante, llena de oportunidades y pensada para el futuro pero donde vivir se ha vuelto prohibitivo. Para la mayoría, esa burbuja no tiene salida fácil. Y mientras los informes hablan de moderaciones y ciclos, la sensación general es otra: que el sueño de tener casa en Madrid, sencillamente, se ha desvanecido.















