José Elías, presidente de Audax Renovables y una de esas voces empresariales que se ha vuelto habitual en redes, ha vuelto a encender el debate con una reflexión publicada en su cuenta de X. Su mensaje, directo y sin envoltorios, lanza una advertencia que muchos prefieren no verbalizar: contratar a familiares es, en sus palabras, “una trampa emocional” que puede dinamitar no solo el organigrama de una empresa, sino también la paz doméstica.
José Elías, empresario español, advierte del fallo que arruina a miles de empresas: “Te explota en casa y en el trabajo”
Elías explica que el impulso que lleva a integrar a un familiar en el negocio rara vez responde a una necesidad profesional. Suele surgir del instinto de ayudar, de aliviar un mal momento o de ofrecer una oportunidad. Pero esa generosidad, sostiene, puede convertirse en un arma de doble filo cuando las emociones invaden la toma de decisiones y el parentesco se convierte en un silencioso invitado en cada reunión.
Contratar a la familia es una trampa emocional.
— Jose Elías Navarro (@jose_elias_nvr) November 24, 2025
Casi siempre sale caro.
Todos hemos padecido una crisis o un mal momento. Y cuando ves que a alguien de tu familia le hace falta, hay que ayudar.
Como empresario, mi forma de arrimar el hombro es echarles una mano y darles…
El empresario ilustra el problema con una metáfora que muchos reconocerán: en la oficina, uno puede ser el jefe, pero en la mesa familiar sigue siendo “el primo que viene a la paella”. Ese salto entre roles de autoridad a igualdad, de profesional a parentesco, abre la puerta a reproches, murmullos y comparaciones. "¿Por qué ha hecho esto? ¿Por qué lo otro? Qué mal lo ha gestionado…", enumera, describiendo un goteo que, a la larga, termina por deteriorar relaciones y contaminar el ambiente laboral.
No es la primera vez que Elías expone públicamente sus tropiezos. Él mismo ha reconocido que, en el pasado, se dejó llevar por afinidades personales al contratar gente con una mentalidad similar a la suya. Lejos de garantizar cohesión, aquello acabó en deslealtades y decisiones que no sobrevivieron al paso del tiempo.















