Star Wars ha vivido una mala racha. La saga galáctica, que pronto regresará al cine con The Mandalorian and Grogu, tuvo un renacer con Disney. Sin embargo, no todo salió como se esperaba. Mientras la Casa del Ratón luchaba por establecer una saga con nuevas películas, en la esperada Han Solo: Una historia de Star Wars, un spinoff con visas de precuela, las cosas no salieron como se esperaba.. Phil Lord y Christopher Miller, conocidos por su sello creativo irreverente, no llegaron a ver el final del camino.
En pleno rodaje fueron apartados y sustituidos por Ron Howard, un cineasta de probada solvencia y con bastante menos excentricidad en su estilo. Durante años, lo ocurrido fue uno de esos misterios de pasillo en Lucasfilm. Casi un tema tabú. Ahora, siete años después, empezamos a vislumbrar las respuestas sobre lo que ocurrió realmente.
Han Solo marcó uno de los mayores tropiezos en la historia de Star Wars, y Ron Howard revela la verdad: ‘La película se rodó dos veces’
En una entrevista para Vulture, Howard rompió el silencio y explicó su versión sobre lo sucedido entre bambalinas. "Básicamente me dijeron: ‘Hemos llegado a un callejón sin salida creativo con Lord y Miller. ¿Podrías considerar tomar su lugar?’", recuerda. El cineasta, recuerda, aceptó el reto, aunque, según admite, apenas pudo juzgar el trabajo previo.
Revisó parte del metraje ya rodado y detectó la raíz del problema: Lucasfilm y Disney querían una Star Wars ceñida al guion, pero lo que Lord y Miller entregaban iba por otro carril tonal, al parecer mucho más atrevida y gamberra. Curiosamente, en su línea como creativos, cualidades que les permitieron obtener el trabajo. "No estaban convencidos de que lo que Phil y Chris hacían funcionara", explica.
El presupuesto, que ya era desorbitado, se infló hasta los 300 millones de dólares debido a continuas regrabaciones. Howard se puso manos a la obra: identificó escenas que funcionaban, rehízo gran parte y recibió la colaboración generosa de Lord y Miller, que asumieron que estaban rodando “dos películas diferentes”. El resultado final, admite howard, fue divertido de hacer, pero carente de su autoría y sello personal.
El fracaso crítico y comercial —393 millones de dólares de recaudación, cifra escasa para su inversión— enterró los planes de una saga de spin-offs que, tras Rogue One, iba a expandir el universo. Howard no volvió a tocar Star Wars, dedicándose a títulos como Hillbilly, una elegía rural, Trece vidas y la inminente Eden.
Lord y Miller, en cambio, se recuperaron con creces: pusieron su ingenio al servicio de Spider-Man: Un nuevo universo y su secuela, Los Mitchell contra las máquinas, produjeron Oso Vicioso y, en 2026, regresarán a la dirección con Proyecto Salvación, una de las películas más esperadas del año.















