Dicen que la historia ya está escrita y que no hay nada más a descubrir sobre la faz de la Tierra, pero esas habladurías no podían ser más erróneas. Un grupo de científicos ha realizado en Indonesia un hallazgo que pone patas arriba lo que sabíamos hasta la fecha sobre el Homo eructus, su procedencia y también sus costumbres. Según informan desde AS, se trata de un descubrimiento histórico.
Hallazgo histórico: Científicos encuentran restos del Homo erectus que cambia la historia gracias a este detalle
El descubrimiento en cuestión es de gran relevancia debido a que se trata del primer resto físico del mundo perdido conocido como Sondalandia, que existió en el pasado en lo que ahora es el sudeste asiático. El cráneo del Homo erectus en cuestión se descubrió realmente en 2011, pero hasta ahora no se había logrado dar con su procedencia original conociendo la edad exacta del espécimen y su especie concreta.

Harold Berghuis, arqueólogo de la Universidad de Leiden en los Países Bajos, líder de la investigación, ha realizado un comunicado, recogido a través del medio mencionado, resaltando la importancia de este descubrimiento, que permite arrojar luz a lo que fue Sondalandia y también a ciertas costumbres del antepasado de la humanidad: "Este período se caracteriza por una gran diversidad morfológica y movilidad de las poblaciones de homínidos en la región", explicaba el experto en el estudio.
Además del cráneo, también se hallaron fósiles y restos de animales relacionados con búfalos, ciervos, elefantes y hasta dragones de Komodo: "Probablemente, los grandes ríos perennes de Sondalandia ofrecieron buenas condiciones de vida al Homo erectus, en un entorno climático relativamente seco del Pleistoceno Medio tardío", continuaba Berghuis.
Sondalandia es un área geográfica del Sureste asiático conformada principalmente por las islas mayores de la Sonda. El primer humano que pobló la región fue el hombre de Java (Homo erectus) en tiempos remotos, probablemente hace casi 1,8 millones de años, habitando el sudeste asiático hasta tiempos relativamente recientes, hace unos 60 000 años, por lo que es probable que existiera alguna interacción entre H. sapiens y H. erectus