1. Vandal Random
  2. Noticias
  3. Encontraron uno de los diamantes más grandes del mundo y les pagaron tan poco que siguen teniendo trabajos precarios

Encontraron uno de los diamantes más grandes del mundo y les pagaron tan poco que siguen teniendo trabajos precarios

Los dos jóvenes aseguran no arrepentirse de su decisión, aunque reconocen que nunca obtuvieron el reconocimiento que merecían por un hallazgo que, de haber seguido otro camino, quizás habría quedado enterrado en el anonimato del contrabando.
Encontraron uno de los diamantes más grandes del mundo y les pagaron tan poco que siguen teniendo trabajos precarios
·
Actualizado: 16:33 15/4/2025
diamante
trabajo

En un país cuya historia reciente está manchada por la sangre que corrió a cambio de piedras preciosas, el hallazgo de un diamante de 709 quilates por dos adolescentes parecía, al fin, una historia diferente. En 2017, Komba Johnbull y Andrew Saffea, entonces de 16 años, trabajaban como excavadores en una mina en Koyadu, Sierra Leona, cuando dieron con una piedra que cambiaría sus vidas… aunque no del modo que esperaban.

PUBLICIDAD

El diamante de paz que no trajo justicia

La decisión de no venderlo en el mercado negro y, en su lugar, entregarlo a las autoridades como un “diamante de paz”, supuso un gesto de integridad inusual en un contexto marcado por la explotación y la corrupción. La piedra, considerada el decimocuarto diamante más grande hallado en el mundo, fue subastada finalmente por 6,5 millones de dólares. El comprador fue Laurence Graff, joyero y magnate británico.

El propietario legal de la mina, el pastor Emmanuel Momoh, prefirió canalizar el proceso a través del gobierno, esperando que los beneficios se reinvirtieran en el desarrollo local. Según el acuerdo alcanzado, tanto los excavadores como la comunidad recibirían una compensación. Pero lo que prometía ser un giro de fortuna terminó dejando un sabor agridulce.

Esperanza quebrada en Sierra Leona

Pese al valor estratosférico del diamante, Johnbull y Saffea recibieron apenas 67.000 euros cada uno. Una cifra que, aunque significativa en un país como Sierra Leona, palidece frente a los millones generados por la venta. Johnbull adquirió una casa en Freetown y ahora trabaja como fabricante de ventanas. Saffea, por su parte, intentó estudiar en Canadá con sus ahorros, pero le negaron la visa.

Hoy cuida caballos en un establo. La promesa de un futuro brillante se difuminó entre las trabas administrativas, la falta de seguimiento institucional y las desigualdades estructurales del país. A nivel comunitario, el pastor Momoh cumplió parcialmente su compromiso con el desarrollo: construyó una escuela en Koyadu, pero muchas de las infraestructuras prometidas no llegaron a materializarse.

La historia que debía ejemplificar cómo la honestidad puede transformar comunidades, se convirtió en un relato más complejo, donde la transparencia no siempre garantiza justicia plena. Y la buena voluntad no compensa una estructura institucional debilitada.

Comentarios: 1

En forosComentar en nuestros foros

Más sobre Viral

RANDOM
Flecha subir