Lo que comenzó hace una década como una curiosidad tecnológica a orillas del Danubio, en un pequeño festival austríaco, ha evolucionado hasta convertirse en una auténtica industria del entretenimiento. Hoy, los espectáculos de drones no solo sustituyen a los fuegos artificiales: están redefiniendo cómo se ilumina el cielo en grandes eventos globales.
Y en esa nueva carrera por el liderazgo, Emiratos Árabes Unidos se prepara para tomar el control, con una propuesta que promete batir todos los récords conocidos hasta ahora. El país del Burj Khalifa y los megaproyectos imposibles ha puesto en marcha uno de sus planes más ambiciosos hasta la fecha: realizar la mayor exhibición de drones del mundo, con más de 10.000 dispositivos sincronizados en vuelo.
Más allá de los fuegos artificiales
La iniciativa, impulsada por el jeque Khaled bin Mohamed Al Nahyan, pretende no solo sorprender a nivel visual, sino consolidar a Abu Dabi como un nuevo polo cultural y tecnológico en la región. El objetivo de fondo es claro: diversificar una economía aún muy dependiente del petróleo.
Aunque la fecha del evento aún no se ha anunciado oficialmente, ya se conoce que el diseño y ejecución estarán en manos de Nova Sky Stories y Analog, empresas punteras en tecnología inmersiva. La complejidad técnica es mayúscula: hasta ahora, solo Shenzhen (China) ha logrado coordinar más de 10.000 drones simultáneamente, en un show que batió dos récords Guinness en 2024.
Inteligencia artificial y millones en juego
Sin embargo, los Emiratos no solo aspiran a igualar esa cifra, sino a superarla con una propuesta más inmersiva y artística, impulsada además por inteligencia artificial. Y es que la IA ya está revolucionando esta industria. Empresas como Skyvertise, también con sede en Emiratos, utilizan algoritmos de aprendizaje automático para automatizar los diseños y reducir los tiempos de producción.
Lo que antes requería semanas de trabajo humano, ahora puede generarse en días con coreografías aéreas que fusionan arte, matemáticas y programación avanzada. Este tipo de espectáculos, que en la región ya mueven más de 112.000 dólares por evento, han dejado atrás a los fuegos artificiales, cuyo coste rara vez supera los 40.000 dólares.
Con un mercado global valorado en 338,9 millones de dólares en 2023, y con Oriente Medio representando ya más de 40 millones, el potencial de crecimiento es evidente.
