Han pasado más de tres décadas desde que los Gremlins se asomaron por última vez a las salas de cine con aquella disparatada secuela de 1990, Gremlins 2: La nueva generación. Desde entonces, el regreso de estas traviesas criaturas se ha convertido en uno de los proyectos más comentados —y también más esquivos— de Hollywood. La hipotética Gremlins 3 lleva años circulando entre rumores, borradores y declaraciones sueltas que nunca terminan de concretarse.
El creador de Gremlins rompe el silencio y explica el verdadero motivo por el que la tercera entrega continúa atascada y lejos de los cines
El nombre clave en todo esto sigue siendo Chris Columbus, guionista de la cinta original de 1984 y de su continuación. En más de una ocasión se ha hablado de su regreso para dar forma al libreto de la tercera entrega, pero ahora, en una entrevista con GamesRadar+, el propio Columbus ha querido poner los puntos sobre las íes: “Sinceramente, llevamos más de 30 años jugando con ideas para Gremlins y Los Goonies. Pero aún no hemos dado con la tecla”.
La explicación no se queda ahí. Según detalla, ni él ni Steven Spielberg -productor de la saga- están dispuestos a dar luz verde a un proyecto que no alcance un nivel de excelencia. “Steven y yo no queremos hacer una película que no sea genial. Tiene que haber una razón para hacerlo, algo más que simplemente arrasar en taquilla con un título conocido. Queremos que el fandom se sienta orgulloso, y también nosotros”, señala con firmeza.
Lo curioso es que la última información oficial apuntaba en otra dirección: existía un guion terminado, Warner Bros. estaba interesada en moverlo adelante y solo faltaba el visto bueno de Spielberg. Pero Columbus desinfla las expectativas y admite que la realidad es mucho más difusa: “Hay un montón de guiones para Gremlins. Nada está aprobado. Siempre estamos trabajando en algo, pero Gremlins es una tarea de escritura interminable”.
En definitiva, Gremlins 3 sigue atrapada en ese limbo tan habitual de Hollywood: la ilusión de un regreso, la presión de la nostalgia y el peso de un legado que sus propios creadores no quieren manchar con una simple secuela rutinaria.
