Cada vez son más las playas que permiten el acceso a perros, y para muchas familias esto supone la oportunidad ideal para disfrutar de un día de verano con todos los miembros del hogar.
Sin embargo, la veterinaria Diana Valdecantos lanza una advertencia clara: la playa también puede esconder numerosos riesgos para los perros, y no todos los tutores los tienen en cuenta. “Team perros aquí, pero si lo llevamos, vamos a hacerlo con cabeza”, asegura.
Cuidado con que traguen agua del mar
Uno de los peligros más graves es la ingesta de agua salada. “Jugando con la pelota, los perros tragan mucha agua del mar y un exceso de sal en el cuerpo es tóxico, puede ser letal”, advierte Valdecantos. Por eso, recomienda no dejar nunca que beban del mar y estar atentos a síntomas como vómitos, diarrea, decaimiento o inquietud. Ante cualquiera de ellos, hay que acudir al veterinario sin demora. El golpe de calor también es una amenaza real: “Mójalo siempre, dale agua constantemente, no lo lleves en las horas de más calor y asegúrate de que tenga sombra”.
La arena tampoco es inocente. Algunos perros la comen por instinto o por accidente al atrapar la pelota, lo que puede provocar desde diarreas hasta obstrucciones intestinales graves. Además, la arena puede estar contaminada con parásitos, y no hay que olvidar el riesgo de contacto con medusas, que pueden causar reacciones fuertes si el perro las pisa o las muerde. Y aunque sepamos que los perros nadan por instinto, nunca hay que confiarse con las olas: “Son traicioneras”, insiste Valdecantos, por lo que es fundamental no quitarles la vista de encima.
Puede perderse en la playa
Otro de los problemas frecuentes es la pérdida del animal. En entornos abiertos como la playa, muchos tutores sueltan a sus perros sin control, y si estos se despistan o se asustan, pueden alejarse y perderse fácilmente. “Llévalo siempre con chip y vigílalo”, recomienda. También conviene proteger a los perros de las quemaduras solares, sobre todo en las zonas sin pelo como la nariz o el abdomen. Existen protectores solares específicos para animales y, en casos de alta exposición, es importante usarlos.
Por último, Valdecantos recuerda un detalle que pocos tienen en cuenta: las quemaduras o abrasiones en las almohadillas por caminar sobre arena caliente. “Hay protectores de almohadillas que puedes poner unas semanas antes para reforzarlas”, sugiere. Y aunque anima a seguir disfrutando de la playa con perros, insiste en que sea siempre con precaución. “Espero que no te hayas asustado… pero ten en cuenta estas recomendaciones para que no le pase nada”, concluye con un tono cercano y protector. Porque disfrutar del mar sí, pero con responsabilidad y cariño.
