Si te encanta la fauna marítima y en especial siempre has sentido admiración por la vida de las ballenas, probablemente ya habrás oído hablar alguna que otra vez acerca del sistema de comunicación que tienen estos enormes cetáceos a través de sus cantos distintivos. Pues bien, recientemente un grupo de científicos ha compartido un nuevo estudio en la prestigiosa revista Science en el que aseguran que estos cantos tienen mucho más en común de lo que hasta ahora se creía con el lenguaje de los humanos.
Las ballenas jorobadas comparten un patrón común en sus cantos con el lenguaje humano
Un equipo internacional de investigadores comandado por la Dra. Emma Carroll, bióloga marina de la Universidad de Auckland, ha estado recopilando y analizando durante los últimos ocho años grabaciones de gemidos, silbidos y chillidos de cantos de ballenas jorobadas de Nueva Caledonia y ha demostrado que entre las ballenas y los seres humanos existen sorprendentes paralelismos en el lenguaje.
"Encontramos algo verdaderamente fascinante. Sus ruidos y nuestras palabras comparten un patrón común", afirma la Dra. Carroll. El estudio de la bióloga, en concreto, ha utilizado métodos cuantitativos que se usan típicamente para evaluar el habla infantil en bebés humanos y ha descubierto que la capacidad de aprendizaje culturalmente evolucionada de los idiomas humanos también se aplica a los cantos de las ballenas jorobadas.
Es decir, a la hora de usar una lengua, los humanos nos guiamos por la ley empírica de Zipf según la cual utilizamos unidades estructuralmente coherentes que exhiben una distribución de frecuencia. Este es un atributo que facilita el aprendizaje y probablemente mejora la preservación precisa del lenguaje a través de las generaciones futuras. Y por lo que sabemos, las ballenas jorobadas también presentan un paralelismo similar a este mecanismo.
Las "canciones" que emiten las ballenas están en realidad altamente estructuradas y constan de componentes jerárquicos anidados. Dicho de otra manera, sus cantos incluyen elementos de sonido que forman frases, frases que se repiten en temas y temas que se combinan para dar como resultado a canciones. O sea que estas canciones contienen subsecuencias estadísticamente coherentes que se ajustan a la distribución de la ley zipfiana.
De acuerdo con los datos arrojados por el estudio, las longitudes de las subsecuencias que hay presentes en los cantos de las ballenas se adhieren a la ley de brevedad de Zipf, un principio impulsado por la eficiencia que se encuentra en numerosas especies, incluidos los humanos.
"Este trabajo muestra cómo el aprendizaje y la transmisión cultural pueden dar forma a la estructura de los sistemas de comunicación", explicó la profesora de psicología Inbal Arnon de la Universidad Hebrea de Jerusalén. "Esto plantea la intrigante posibilidad de que las ballenas jorobadas, al igual que los bebés humanos, puedan aprender su canción rastreando las probabilidades de transición entre elementos sonoros y utilizando caídas en esas probabilidades como una señal para segmentar la canción".
En el desarrollo de este estudio multidisciplinar, además de biólogos marinos, también han participado lingüistas, científicos del desarrollo y ecólogos del comportamiento. "El canto de las ballenas no es un lenguaje, ya que carece de significado semántico", ha querido recordar la doctora Ellen Garland de la Universidad de Saint Andrews, pero ha subrayado que estos cantos podrían interpretarse como "la música humana, que también tiene un estructura estadística, pero carece del significado expresivo que se encuentra en el lenguaje".
"El canto de las ballenas jorobadas se transmite culturalmente a una escala geográfica que no se observa fuera de los humanos, pero son evolutivamente muy distintas de nosotros", aclara la Dra. Jenny Allen, experta líder en la estructura del canto de las ballenas de la Universidad Griffith. "Estos resultados nos brindan una visión única de la importancia de la transmisión cultural en los procesos de aprendizaje entre especies, en particular para el aprendizaje de sistemas complejos de comunicación".















