Desde hace más de siete décadas, científicos de todo el mundo han intentado descifrar cómo sería la Antártida sin su manto de hielo. Lo que comenzó en 1950 como una mera curiosidad ha evolucionado en una herramienta clave para predecir los efectos del cambio climático.
Un mapeo sin precedentes
Ahora, con la publicación de Bedmap3, la cartografía más precisa hasta la fecha, el panorama que se revela no solo es fascinante, sino también inquietante. El nuevo estudio, realizado por el British Antarctic Survey, ha recopilado datos de más de 82 millones de puntos de medición, triplicando la cantidad de información utilizada en Bedmap2, la versión anterior publicada en 2013.
Gracias a tecnología de radar, imágenes satelitales y estudios sísmicos, los investigadores han logrado una resolución sin precedentes, mostrando con detalle el relieve oculto de la Antártida y la ubicación exacta de su hielo más grueso, que alcanza 4.757 metros de espesor en un cañón sin nombre en Tierra de Wilkes.

Más allá del asombro que genera ver la Antártida desprovista de su hielo, los datos de Bedmap3 tienen implicaciones alarmantes. Si todo el hielo del continente se derritiera, el nivel del mar aumentaría en 58 metros, un dato que no ha variado desde los primeros intentos de mapeo. Además, los investigadores han confirmado que la base rocosa de la Antártida se encuentra en gran parte bajo el nivel del mar, lo que hace que la incursión de aguas oceánicas cálidas sea una amenaza real para la estabilidad del continente helado.
Un continente más vulnerable de lo que se pensaba
El geógrafo Peter Fretwell, uno de los autores del estudio, advierte que la Antártida es más vulnerable de lo que se creía. El calentamiento global está acelerando el derretimiento de los bordes del continente y, con esta nueva cartografía, se evidencia que el volumen total de hielo es mayor de lo estimado anteriormente, lo que significa que hay aún más agua potencialmente disponible para contribuir al aumento del nivel del mar.

Con Bedmap3, los científicos han logrado el mapa más detallado jamás creado de la Antártida sin hielo. Sin embargo, este avance no es solo un logro técnico, sino una advertencia del futuro que podría esperarnos si las temperaturas globales siguen aumentando. Si este mapa deja de ser solo un modelo teórico y se convierte en una realidad, las consecuencias para el planeta serían catastróficas.