La promesa de que la generación de imágenes con ChatGPT ya está disponible para todos los usuarios ha causado revuelo en redes sociales. Sam Altman, CEO de OpenAI, anunciaba con entusiasmo que esta función quedaba habilitada incluso para quienes usan la versión gratuita.
Sin embargo, como en todo lanzamiento tecnológico, las letras pequeñas no tardaron en aparecer, y lo que parecía una apertura sin restricciones ha resultado ser una puerta entreabierta con tiempo limitado. Sí, todos los usuarios pueden generar imágenes, pero con un tope: únicamente tres al día. Pasado ese límite, aparece un aviso que invita a suscribirse al plan ChatGPT Plus, que actualmente cuesta 21,99 euros al mes.
Este acceso restringido ha generado cierta decepción entre quienes esperaban una experiencia más generosa o al menos sin ese contador diario tan ajustado. Para muchos, la noticia ha sonado más a una estrategia de marketing que a una verdadera democratización de la función.
¿Una campaña de marketing para GPT-4o?
El sistema encargado ahora de la creación de imágenes no es otro que GPT-4o, una versión optimizada del modelo que busca integrar en un mismo entorno todas las capacidades —texto, imagen, voz— para que el usuario no tenga que elegir entre herramientas. Es, en teoría, una evolución hacia una IA más intuitiva. Pero esa evolución aún tropieza con obstáculos técnicos: la saturación de los servidores ha ralentizado notablemente el proceso de generación de imágenes, y afecta tanto a usuarios gratuitos como a quienes pagan la suscripción.
Una IA nada sostenible
Este tipo de lanzamientos, que parecen más una degustación que una liberación real de funciones, dejan entrever el dilema habitual en el desarrollo de herramientas de IA: cómo equilibrar accesibilidad, sostenibilidad económica y experiencia de usuario. Mientras tanto, las redes ya están plagadas de memes y comentarios sobre la fugaz ilusión de usar la generación de imágenes sin pagar. Incluso algunos han recordado que el anuncio cayó el 1 de abril, el equivalente anglosajón al Día de los Inocentes.
Más allá del revuelo inicial, el interés por esta funcionalidad sigue creciendo. La generación de imágenes al estilo Ghibli, una de las tendencias recientes, ha servido de catalizador para que miles de personas prueben esta capacidad. Aunque por ahora solo puedan hacerlo tres veces al día, el apetito está claro. Lo que falta por ver es si OpenAI decidirá ampliar los márgenes gratuitos o si esta restricción forma parte de una estrategia definitiva para mantener el modelo de negocio.
