Un rodaje puede ser una experiencia placentera, un proceso transformador o un infierno. Todo depende de los actores y actrices involucrados y del director que se encargue de manejar la situación. Hay algunos intérpretes que hacen del mal genio su marca personal, como ocurre con Brian Cox, una personalidad que no duda en defender a J.K. Rowling y atizar a Marvel y DC del desgaste de Hollywood en la taquilla.
Lo cierto actor británico no necesita presentación, sobre todo después de que Sucesión lo catapultara como uno de los rostros más temibles —y venerados— de la televisión moderna. Pero lo que muchos ya intuían al verle desatarse como Logan Roy quedó confirmado detrás de las cámaras: Cox no es precisamente un alma tranquila cuando las cosas no salen como deberían. Y lo peor es que ni siquiera necesita que alguien lo provoque. Basta con que algo no le cuadre a él mismo para que el resto del equipo "disfrute" de la tormenta. Ahora se defiende y tilda a aquellos que lo critican de 'progresistas'.
Brian Cox, protagonista de 'Succession', carga contra sus críticos: "Quien dice que me porto mal en los rodajes es un tonto woke"
Durante la emisión de la serie de HBO, compañeras de reparto como Sarah Snook (Shiv Roy) reconocieron abiertamente que el temperamento de Cox llegaba a asustar. No sabían si estaban frente a un actor ensayando su próxima escena o si el mismísimo Logan Roy había cruzado al plano real para repartir gritos y miradas fulminantes.
Pero lo suyo no se limita a la televisión. En 2023, Cox fue denunciado ante el sindicato de actores británico, Equity, por perder los nervios en los ensayos de A Long Day’s Journey Into Night. Una obra intensa, sí, pero no tanto como para justificar ciertos estallidos en pleno escenario vacío.
Ahora, el actor ha decidido responder. En una entrevista con The Times recogida por The Independent, se defiende a su manera: minimizando las críticas, tachándolas de “tonterías progresistas” y recurriendo a comparaciones con otras leyendas del teatro como Nicol Williamson. "Nicol no habría durado ni un minuto hoy", asegura. "Simplemente perdí los estribos y dije: ‘No me estoy enfadando contigo. Me estoy enfadando conmigo mismo. Soy yo quien tiene el problema, no tú’".
Una justificación algo peliaguda si tenemos en cuenta que incluso compañeros como Peter Friedman (Frank Vernon en Succession) han admitido que, más allá de la actuación, Brian Cox impone. De verdad y sin paliativos. Hay actores cuya intensidad eleva el nivel de una producción. Y luego están los que, como Cox, exigen que todos a su alrededor sobrevivan al vendaval que trae consigo. El resultado en pantalla es impecable. El coste, tal vez, no tanto.
