Antes de convertirse en Loki, uno de los villanos más queridos del Universo Cinematográfico de Marvel, Tom Hiddleston también tuvo tropiezos en su carrera. El actor británico, hoy una estrella consagrada tras más de una década interpretando al dios del engaño, confesó recientemente que vivió “el peor casting de su vida” al intentar entrar en otra de las grandes franquicias de Disney: Piratas del Caribe.
La anécdota la compartió en el documental Muse of Fire, donde explicó que, a comienzos de los 2000, su representante le avisó de una prueba para un papel importante en la saga que entonces preparaba su primera entrega, La maldición de la Perla Negra (2003). La cita era a las 10 de la mañana y, como suele suceder en los inicios de una carrera, apenas tuvo margen de preparación: el guion le llegó la tarde anterior, justo antes de salir a celebrar con amigos el fin de unos exámenes universitarios.
Una audición cuesta arriba
Hiddleston reconoció que subestimó la situación. Pensó que un repaso rápido sería suficiente y decidió salir de fiesta igualmente. El resultado: a la mañana siguiente acudió a la audición resacoso, con el libreto apenas leído y sin haberse aprendido las líneas. Un error que, como él mismo admite ahora con humor, le costó caro.
La directora de casting no tardó en darse cuenta. “Me preguntó: ‘¿Por qué no te lo has aprendido? Esto va a ser enorme’. Yo intenté justificarme diciendo que había recibido el guion a las cinco de la tarde del día anterior. Pero con el tiempo entendí que esa no es una excusa válida. Como actor, tienes que llegar preparado de una manera u otra”, relató.
Oportunidad perdida, aprendizaje ganado
El papel por el que competía terminó siendo para Orlando Bloom, que encarnó al herrero Will Turner durante varias entregas de la saga. Hiddleston, lejos de lamentarse, reconoce que probablemente no habría tenido opciones reales frente al protagonista de El Señor de los Anillos, que en aquel momento estaba en pleno ascenso. “Orlando Bloom es Orlando Bloom. ¿Quién puede decir que lo habría conseguido de todos modos?”, comentó restándole importancia.
Aunque aquel casting fallido pudo haber desanimado a cualquiera, Hiddleston lo interpreta hoy como una lección. Poco después encadenó papeles en teatro y televisión británica hasta que Marvel llamó a su puerta. En 2011 debutó como Loki en Thor y, a partir de ahí, su carisma lo convirtió en pieza esencial del UCM, incluso con su propia serie en Disney+.
