Un nuevo estudio de Cambridge y Meta Reality Labs fija con medidas psicofísicas el límite práctico de resolución del ojo para televisores: hasta 94 píxeles por grado (PPD) en patrones en escala de grises, bastante por encima del umbral de referencia de 60 PPD usado a menudo en foros de imagen. Para combinaciones cromáticas exigentes, el tope baja: ~89 PPD en rojo-verde y ~53 PPD en amarillo-violeta. El trabajo, publicado en Nature Communications, empleó un panel 4K de 27″ sobre un raíl para variar distancia y ángulo, con 18 participantes de visión normal/corregida.
Traducido al salón doméstico, los autores concluyen que subir de 2K a 4K o 8K apenas añade nitidez visible en la mayoría de configuraciones de sofá-a-pantalla. A distancias típicas (2–3 m) y diagonales medias, la densidad angular ya satura la agudeza útil; el extra de píxel queda “ocioso” para el ojo. La universidad publicó además una calculadora y una tabla para estimar el tamaño/resolución óptimos en casa.
Cuando 8K no suma (casi) nada desde el sofá
La prensa técnica lo ha resumido con un ejemplo claro: en torno a 3 m ante una 50″, la diferencia 1440p vs 8K es virtualmente indistinguible; el salto a 8K no aporta nitidez perceptible y sí carga de costes, procesamiento y energía. En otras palabras, “más píxeles” ≠ “mejor imagen” salvo que te sientes bastante más cerca o subas mucho la diagonal.
Esto no contradice recomendaciones clásicas (SMPTE/THX) sobre ángulo de visión para inmersión: hablan de 30–40° de campo, no de PPD. De hecho, sus tablas de distancia-tamaño ya anticipaban que el beneficio de 4K exige acercarse a la pantalla (≈1,6 alturas de imagen) y que 8K solo se exprime a distancias aún menores o con pantallas muy grandes. El estudio añade ahora una cota fisiológica robusta que encaja con esas guías.
Qué comprar: dónde rinde de verdad el dinero
El valor práctico: si ves la TV a 2–3 m, una 4K de tamaño medio ya roza el límite perceptible; pagar por 8K carece de sentido salvo escenarios de cine en casa con gran diagonal y asientos próximos. Para compra informada, combina el PPD del estudio con las calculadoras públicas de distancia/ángulo para no sobredimensionar panel y evitar despilfarros.
Ojo, el estudio no dice que 8K “no sirva para nada”, sino que su ventaja rara vez se ve en salones estándar. Otros factores —contraste y HDR, procesamiento, mapeo de tono, colorimetría, nitidez por escalado, movimiento— impactan mucho más en la calidad percibida.















