David Fincher está promocionando Mank, su nuevo film sobre los orígenes de Ciudadano Kane, una cinta que se ha estrenado en cines y que llegará el 4 de diciembre a Netflix. El cineasta, conocido por ser especialmente claro en sus declaraciones y no tener pelos en la lengua a la hora de criticar o ser tajante con algunos temas, ha confirmado que rodar con Jake Gyllenhaal en Zodiac fue una fuente de disgustos. Como remarca en su entrevista en The New York Times, el actor estaba experimentando un fuerte ascenso a la fama que lo acabó distrayendo.
Lidiando con Robert Downey Jr., Mark Ruffalo y Gyllenhaal
Según se llevaba rumoreando en Hollywood, el rodaje fue una olla a presión. Por un lado, tenía que meter en vereda a Downey Jr., actor que en aquel entonces estaba resurgiendo de sus cenizas, mantener atado al bueno de Mark Ruffalo en el proyecto y encauzar a Jake Gyllenhaal, un actor que se mantuvo muy ajeno a la filmación y que se convirtió en un quebradero de cabeza para David Fincher la mayor parte del tiempo. "Todo esto tiene una explicación muy simple", empieza en sus declaraciones al The New York Times. "Jake se encontraba en la muy poco envidiable posición de ser muy joven y tener a mucha gente luchando por su atención, mientras trabajaba para alguien que no te permite tomarte un día libre", explica Fincher.
"Siempre he creído que tienes que tener todos estos temas fuera de visión periférica... No creo que le hubieran pedido nunca que se concentrara en minucias o cosas sin importancia, pero creo que estaba muy distraído. En aquellos días tenía a mucha gente susurrándole que Jarhead, el infierno espera sería una producción masiva y lo pondría en otra liga. Cada fin de semana, lo empujaban a que fuera al festival de Santa Barbara, al festival de Palm Springs y al festival de Catalina. Y cuando aparecía en el set para trabajar, estaba muy disperso", comenta en relación a la apretada promoción del actor en aquellos días. En cualquier caso, el director de Seven reconoce que es un director complicado, y que a veces puede ser un tanto exigente en el set de rodaje. Cuando la cinta se fue encaminando al final, ambos profesionales se reconciliaron y no fue a más.
"Bueno, no quiero poner excusas por mi comportamiento. La verdad, hay momentos en los que puedo ser conflictivo si veo que alguien holgazaneando. A la gente le pasan cosas duras todo el rato. A mí me pasan. Por eso trato de ser compasivo. Pero una película así son cuatro cuatrocientos mil dólares al día. Y puede que no tengamos la oportunidad de volver a hacer la escena", concluía.
Mank se estrenará en Netflix el próximo 4 de diciembre.
