Juego de tronos ha sido una adaptación polémica en sus últimos tramos. Si bien el final desató muchísimos comentarios críticos, durante gran parte de la duración de la serie de mayor éxito de HBO y la más galardonada de la historia, los showrunners David Weiss y D.B. Benioff hicieron un buen trabajo con el material original literario de George. R.R. Martin. El autor confiesa que estaba contento con la manera en la que se había llevado su trabajo a la pantalla, defendiendo algunos cambios y desaprobando otros, pero muy satisfecho en líneas generales. Martin, que está terminando Vientos de invierno, la próxima novela de la saga, ha concedido una entrevista a Entertainment Weekly en la que confirma cuál es la secuencia o parte de la serie que menos le ha gustado de todas.
La cacería del Rey Robert que no fue como debía
Canción de hielo y fuego nos narra las intrigas entre casas y reyes en Poniente, un continente enmarcado en la fantasía medieval. Va de más a menos. De asesinatos y monarcas depuestos, a luchas por la supervivencia de los vivos en el más frío de los inviernos. En los primeros compases de la trama, cuando se adaptaba el primer libro de la saga, Weiss y Benioff hicieron malabares para no agotar el presupuesto que les brindó HBO para hacer la primera temporada. Contando con aproximadamente unos 6 millones de dólares por episodio en 2011, ambos autores llegaron a narrar y presentar aquello que realmente querían, pero tuvieron que tirar de imaginación. Ya habría tiempo para los 15 millones por episodio de la octava temporada. En cualquier caso, en el mismo libro de entrevistas sobre cómo se hizo la serie, Fire Cannot Kill a Dragon -en la que hemos sabido más de Emilia Clarke y su enfermedad-, el también productor reafirma que únicamente hay una escena que borraría o con la que no quedó conforme.
"De las ocho temporadas, la escena que menos me gusta es la cacería del rey Robert", destaca Martin. "Cuatro tíos a pie por el bosque con lanzas, mientras Robert se mete con Renly. En el libro, Robert sale de caza, se cuenta que ha sido alcanzado por un jabalí, lo traen de vuelta y muere. No escribí una escena de caza, pero sé qué aspecto tenían las partidas reales", admitía.
"Debería haber habido un centenar de personas, pabellones, cazadores, perros, el sonido de las trompas… ¡Así es como sale de caza un rey!", prosigue el escritor. "No iba a salir al bosque con tres colegas llevando lanzas y esperando a toparse con un jabalí. Pero en aquellos momentos no nos podíamos permitirlo", concluye.