China, el segundo mercado en términos cinematográficos del mundo, ha dado luz verde a la reapertura de las salas de cine de todo el país. El próximo 20 de julio marcará el inicio de una reapertura global que ayude a paliar la grave crisis por la que pasa la industria y el sector tanto a nivel doméstico como a nivel internacional. Ayer mismo Hong Kong, región especial bajo la administración del gigante asiático, sufría una serie de rebrotes de coronavirus que obligan a cerrar de nuevo los cines y múltiples comercios. Los administradores de salas y los distribuidores, informan en The Hollywood Reporter, han recibido la noticia con alegría tras un segundo cierre que condenó a la quiebra a muchas empresas.
Una medida que evaluará el riesgo y las posibilidades de apertura de cada zona
La Administración de Cine de China envió el comunicado hace escasas horas, un hecho que ha provocado la felicidad y una celebración instantánea en toda la comunidad cinematográfica del país. Muchos de los cines llevan cerrados desde el pasado 23 de enero, justo cuando la pandemia de coronavirus hacía más daño en el país. Tras los casi seis meses de cierre que ha sufrido China, múltiples estudios y compañías de exhibición se han encontrado en una grave situación financiera, si no en la más pura bancarrota. Durante meses, las empresas han presionado al gobierno chino para abrir, y parece que sus súplicas han sido oídas. La directiva de la Administración de Cine dice que los cines en áreas de "bajo riesgo" de infección por coronavirus podrán "reanudar los negocios el 20 de julio de manera ordenada", pero los complejos en "regiones de riesgo medio y alto deben permanecer temporalmente cerrados". En cualquier caso, será el partido el que decida si se puede reactivar la apertura de una zona o no, todo ello siempre bajo medidas de seguridad de carácter sanitario.
La rigurosidad de las medidas de seguridad recomendadas sugiere que el maltratado sector tardará algo más en recuperarse. Las reglas estarán basadas en la capacidad del 30 por ciento del aforo, así como con la obligatoriedad del uso de las mascarillas. Además, a los clientes se les revisará la temperatura en la puerta y se les desinfectará con geles hidroalcohólicos a la entrada y la salida del recinto. Hay más medidas, algunas muy controvertidas según fuentes del negocio chino, como la necesidad de bajar obligatoriamente el precio de la entrada o la regla que obliga que cualquier película que se exhiba no dure más de dos horas. Como en otros países como España e Italia durante la desescalada, los tickets se venderán únicamente por adelantado a través de plataformas digitales o mediante la compra de pago con tarjeta.
