Sigue la incertidumbre en el mundo del cine. Warner Bros. ha anunciado hace escasas horas que su gran estreno, Tenet, pasaba de finales de julio al 12 de agosto, retrasándose dos semanas desde sus últimos días oficiales confirmados. Las majors están nerviosas, desconocen cómo se comportará el coronavirus en los próximos meses, y no quieren correr grandes riesgos. Disney, que canceló el estreno de su remake en acción real en marzo por el avance de la pandemia, confiaba en estrenarlo en julio cuando las cosas se calmasen. Se espera que el 24 de julio haga su debut, pero desde The Hollywood Reporter afirman que la fecha podría cambiarse en breve.
Mulan podría irse a agosto
Mulan tiene un doble problema. La decisión de Disney no solo debe basarse en el rendimiento comercial del mercado estadounidense, también está condicionada por el asiático. De hecho, Mulan iba a ser un gran éxito en China, una película diseñada por y para ese mercado, convirtiéndose en uno de sus blockbusters más sólidos del año sin contar las habituales secuelas de Marvel. En la major del ratón no quieren ver cómo una cinta con un gran presupuesto como ésta se la pega en taquilla, y menos por las condiciones actuales de la pandemia. De hecho, Hollywood, que da por perdida la campaña de verano en su concepción tradicional en términos masivos, está en estos momentos buscando la fórmula de combinar reestrenos y grandes novedades que atraigan al gran público de nuevo a las salas pese a la limitación de aforo o el distanciamiento social imperante.
De momento, todo está en el aire. Las decisiones de Warner Bros. tomadas con Tenet y Wonder Woman 1984, pueden condicionar el desempeño de la taquilla de un medio que ha anunciado pérdidas millonarias en los cines y que ha dejado sin puestos de trabajo a gran parte de la industria. Mientras Hollywood busca la fórmula de volver a rodar con seguridad, los estrenos que están pendientes siguen esperando su turno para estrenarse y proyectarse en salas.
