Josh Trank no ha tenido demasiada suerte en su carrera tras alcanzar el éxito y disfrutar meteórica fama. Tras rodar Chronicle, su primer gran triunfo comercial, y ofrecernos al respetable una increíble historia de superhéroes adolescentes filmada al estilo found footage, el director sabía que la secuela acabaría llegando. Sin embargo, tras ser consciente de lo que se avecinaba a nivel de calidad, quiso sabotearla constantemente, evitando y retrasando su estreno.
Trank sabía que iba a salir una segunda parte horrible
Trank intentó que la secuela jamás llegase a buen puerto, y de hecho, en la entrevista a Polygon ha admitido que es en parte su culpa que la situación se desmadrase tanto, pues él mismo dio luz verde al proyecto hace unos años. Como thriller de ciencia ficción que sigue a tres adolescentes que se convierten en superhéroes de gran poder, la idea funcionaba por sí sola, sin necesidad de hacer una segunda parte.
Obtenían el poder de un cometa, se hacían buenos y malos y establecían dinámicas de alianzas y odios entre ellos. Protagonizada por Dane DeHaan, Alex Russell y Micheal B. Jordan, fue un éxito, y con un presupuesto de apenas 12 millones de dólares, recaudó más de 126. De ahí que, lógicamente, se apostara por seguir adelante y convertirla en una saga.
El director de Los cuatro fantásticos -de la que también ha hablado y confesado interioridades-, ha destacado que hizo todo lo que estuvo en su mano para retrasar el desarrollo de la película. "Hice que les resultara difícil organizar reuniones y mesas de discusión sobre el proyecto. Estaba dudoso acerca de la naturaleza de la película. Hice muchas cosas jodidas", afirma. Además, destaca que el guion que le presentó la productora no le convencía en absoluto. Fox quería que Max Landis volviese a guionizar la cinta, y Trank no lo tenía claro. La productora le encargó el libreto, que seguiría a una niña obsesionada con el personaje superviviente de la primera película y decide construir su propio traje de Iron Man para combatirlo. El director no lo vio claro, pues traicionaba a la naturaleza de la primera parte, pero la cinta parecía seguir adelante.
"No quería hacerla, sabía que sería una mierda. Realmente nunca quise que se hiciera una segunda parte de Chronicle. Esa fue mi peor pesadilla", confiesa mientras afirma que durante muchos años, no pudo conciliar el sueño ni relajarse por culpa de sus trabajos y proyectos. Landis se apartó de la película, siguió su camino y escribió el guion de Bright para Netflix, siendo acusado por varias mujeres de abuso sexual reiterado. Bright, de hecho, sí tendrá continuación.