Star Wars: El ascenso de Skywalker es una película que, meses después de su estreno, sigue de actualidad. El noveno episodio de la saga Skywalker, que nos ofrecía los orígenes de Rey de una forma distinta a lo que esperábamos tras lo narrado en Star Wars: Los últimos Jedi, parecía contradecir constantemente los logros y eventos ocurridos en el film de Rian Johnson. Para muchos esto logró una sensación de falta de cohesión entre las distintas partes de la trilogía, que quedó más deshilachada de lo que debería. ¿La culpa? Según Mary Jo Markey, montadora de J.J. Abrams en numerosas películas, de Johnson.
Un film que deshizo todo lo bueno del Episodio VII
Markey, que trabajó en El despertar de la Fuerza -por el que fue nominada-, es la mano derecha de Abrams. Durante años, ha trabajado codo con codo con el director, montando algunos de los films del director, como Misión Imposible III, Star Trek y Star Trek: En la oscuridad. A través del podcast Light the Fuse, que podéis escuchar aquí, la montadora confirma que el hecho de que Los últimos Jedi echara por lo alto muchos de los temas argumentales e ideas, cambió por completo la manera en la que se desarrolló la trilogía.
"Es muy raro que la segunda película deshaga conscientemente y de manera premeditada lo contado por la primera. Lo siento, pero es lo que me parece", comentaba. "No creo que la tercera parte haya hecho lo mismo. Simplemente cogió dónde acababa la segunda parte e intentó contar una historia desde ahí", explica.
"No sentí como que la estuviera contradiciendo o deshaciendo conscientemente, la verdad", añade. Por su parte, Maryann Brandon, que colaboró con Markey en El despertar de la Fuerza y que montó El ascenso de Skywalker, cree que no es para tanto. "Bueno, es un giro diferente a la saga Star Wars. "En honor a Rian, es obvio que hizo lo que quiso. Quería deconstruir la saga y llevarla en una dirección diferente. Eso fue lo que que hizo que la película fuese tan debatida y tan controvertida. ¿Acaso no está bien eso? Es decir, traes nuevos elementos a una saga establecida. Por eso creo que, en retrospectiva, la última parte de la trilogía necesitaba también una visión concreta", defendía Brandon.
"En cualquier caso, una película así es muy polarizante y difícil. Creo que fue un mal trago, y muy difícil para J.J. y su coguionista decidir qué hacer tras una entrega así. Es como si alguien hubiera escrito algo distinto e inesperado en medio de tu novela, ¿ahora cómo la vas a llevar al final?", comentaba para concluir su opinión al respecto.