Hay pocos temas más recurrentes en el fandom de Star Wars en los últimos tiempos que el origen de los padres de Rey. Si bien asistimos a la destrucción del mito en Los últimos Jedi, el film que precedía a El ascenso de Skywalker, muchos no vieron con buenos ojos la decisión que la protagonista, encarnada por Daisy Ridley, tuviera conexiones con el Emperador Palpatine y sus ya conocidos clones. Mientras las novelas y cómics nos dan nuevos detalles de Star Wars y los personajes de la nueva trilogía de Disney, como ya hemos podido ver en los últimos días, el director del film J.J. Abrams y el guionista Chris Terrio explican sus motivos en una charla que no tiene desperdicio.
Destino, identidad y el peso de la sangre
Los últimos Jedi nos presentó uno de los momentos más duros para Rey. En aquella Sala del Trono, la chatarrera de Jakku comprendió que no era nadie. Sus padres la vendieron cadáveres esclava por algún dinero, y la dejaron sola en mitad de un planeta desértico.
Kylo Ren (Adam Driver) usó esta revelación para destrozarla por dentro, convertirla en una persona débil y atraerla al Lado Oscuro. O eso interpretaron los guionistas del Episodio IX, que defiende la idea del destino y la sangre, pero al mismo tiempo, de la idea de encontrar nuestro propio lugar en el mundo a pesar de la carga que lleven nuestros antepasados encima.
"Creo que uno de los temas de la película es que cualquiera puede ser cualquier persona que desee ser sin importar de dónde sea, y no sé si tiene el mismo significado para todos, pero creo que hay bastantes personas que aprecian esa idea de proceder de un lugar o de algo de lo que no te sientes orgulloso", explicaba Abrams en su charla. "Y sí, estoy de acuerdo que ese famoso 'no eres nadie' de Johnson es devastador, pero creo que es peor y más doloroso saber que vienes de un lugar malvado, del peor origen posible", matiza el director de Super 8. "¿Sabéis ese algo que sientes en tu interior, que sabes que es malo, y que da igual que lo ocultes o intentes huir que siempre vuelve a ti? Y la idea de que hay cosas más poderosas que la sangre, como dice Luke, eso era algo realmente importante en nuestro guion y que queríamos transmitir", defiende.
De hecho, de ahí viene la idea de rescatar a Palpatine como principal villano. Es la sensación y sentido de inevitabilidad, de destino manifiesto en Star Wars, que busca dar cohesión a la saga y que según el director, tiene ciertos ecos de la política actual con el resurgimiento de males que estaban ocultos, como el auge del fascismo y los nazis en muchos países. "Toda esta trilogía, 7, 8 y 9, realmente trata sobre la generación que sigue a la Gran Generación que lo cambió todo en la galaxia, y la idea de equilibrar la Fuerza, que es el punto central del Elegido, Anakin y la propia trilogía original. Lo que me encantó fue la idea de que el equilibrio aportado a la Fuerza no significa que sea para siempre, y que en cualquier momento puede cambiarse la balanza", explicaba Abrams en relación a la vuelta de los errores y males del pasado. Nada es para siempre.
"Teníamos un post-it en nuestra sala de guion que decía: 'No descubres quién eres, lo creas'. Y sí, si el acto 2 de Rian Johnson Rey descubría quién era, sentíamos que necesitábamos sacar quién era ella de verdad. Crear en la historia la idea de que Rey es una Palpatine es un problema dramático en tiempo presente", explica por su parte Chris Terrio. "Por ejemplo, si descubro que vengo de una familia que resulta ser los mayores enemigos de J.J. Abrams y él me han contratado y es mi jefe, y ese es mi secreto oscuro y profundo, ese es para mi un problema dramático en tiempo presente. Es así. Por eso era más interesante para Daisy interpretar un hecho así y para nosotros siempre fue un elemento que hacía que nuestra historia fuese más interesante", concluía.
La versión en DVD, Blu-ray y 4K de la película Star Wars: El ascenso de Skywalker llegará el 22 de abril. Ya está disponible en algunos territorios en versión digital.
