MGM, propietaria y productora de los derechos de James Bond, está teniendo una semana complicada. Tras anunciar el retraso del estreno en cines de Sin tiempo para morir por culpa del brote de coronavirus que mantiene en jaque a la industria del entretenimiento, ha estimado en decenas de millones de dólares los cambios de esta ruta promocional para una de sus licencias más preciadas. Sin embargo, Dios aprieta pero no ahoga. La major, otrora una de las más importantes de la meca del cine, estaría recibiendo ofertas de empresas como Netflix y Apple para obtener los derechos de James Bond y otras sagas para sus respectivos servicios de streaming.
La guerra del streaming: ¿quién se llevará a James Bond?
La adquisición de Fox por parte de Disney ha cambiado por completo el concepto de adquisición de un estudio. Aunque muchos vieron esto como un movimiento corporativo, la intención de Disney era fortalecer su catálogo de cara a la construcción de Disney+, que desembarcará en España el 24 de marzo. Ahora son gigantes del ocio digital como Apple y Netflix los que pelean por hacerse con Metro-Goldwyn-Mayer como un nueva pieza con la que armar sus respectivos imperios digitales. Como informan medios especializados, la compra de MGM podría aumentar el portafolios de ambos entes, que verían como Rocky, Mad Max o RoboCop pasan a formar parte de su entramado de películas y sagas. Hablamos de una empresa que tiene, según estimaciones, un valor de 10.000 millones de dólares. Pero el objetivo, como no podía ser de otra forma, es James Bond, la joya de la corona.
El fondo de armario, también conocido como contenido nostálgico, es uno de los más demandados de Netflix, e incluir todos las películas clásicas y de sagas como las de 007, otorgaría un nuevo concepto a la plataforma, que ha comenzado a perder contenido tras la salida de las películas, series y producciones de Marvel de su librería digital.
Además, permitiría a la empresa tener un nuevo valor añadido de cara al estreno de las nuevas películas del agente secreto, que siempre es un plus a tener en cuenta en términos publicitarios. Los productores de James Bond, Barbara Broccoli y Michael G. Wilson han afirmado en el pasado que están abiertos a un futuro donde sus películas se estrenen también en una plataforma de streaming, aunque no quieren abandonar al cine y de momento, como otras distribuidoras y productores, lo ven como un complemento al recorrido comercial cinematográfico.
"Nos gusta pensar que las películas de James Bond se verán principalmente en la pantalla grande. Pero dicho esto, tenemos que mirar hacia el futuro. Nuestros fans son los que dictan cómo quieren consumir su entretenimiento. No creo que podamos descartar nada, porque es la audiencia la que tomará esas decisiones. Nosotros no", concluía Broccoli el pasado diciembre. James Bond, interpretado por Daniel Craig, llegará a los cines de todo el mundo el próximo noviembre con Sin tiempo para morir.