El actor surcoreano Lee Jung-jae, conocido por su papel en El juego del calamar, ha alzado la voz sobre el racismo que él y sus compañeros de reparto enfrentaron durante la emisión de The Acolyte, una serie de Star Wars que fue cancelada tras una breve trayectoria en Disney+. En una reciente entrevista con Vanity Fair, el actor expresó su dolor y sorpresa por la magnitud de los comentarios discriminatorios, especialmente dirigidos a los actores de color y a la creadora de la serie, Leslye Headland. "Mis sentimientos fueron heridos, y especialmente los de Leslye, debieron doler mucho más", afirmó.
Una serie inclusiva que no funcionó
La serie, que presentó un enfoque inclusivo y un reparto diverso, se enfrentó a una oleada de críticas racistas en redes sociales que empañaron su estreno. A pesar de ello, Jung-jae mantiene la esperanza de que el tiempo permita a los espectadores apreciar el valor de The Acolyte. "Algunas obras necesitan tiempo para ganar tracción. Tengo la fuerte esperanza de que la gente lo valore con el tiempo", comentó el actor, que interpretó al maestro Jedi Sol, uno de los personajes más destacados de la producción.
The Acolyte fue cancelada este año debido a bajos números de audiencia y una recepción polarizada, pero Jung-jae confía en que su impacto pueda trascender. Además, destacó que su éxito internacional tras El juego del calamar podría inspirar a otros actores y cineastas que no hablen inglés. "Espero que mi triunfo demuestre que hay oportunidades en Estados Unidos y en el escenario mundial para todos", señaló, reiterando su compromiso con un mensaje positivo en medio de la controversia.
Un malestar compartido por todo el equipo
La creadora Leslye Headland también compartió su dolor por el rechazo que recibió la serie. En una entrevista previa, mencionó sentirse "devastada" por los ataques, especialmente aquellos dirigidos hacia los miembros del reparto. Según Headland, la intención de la serie era expandir el universo de Star Wars con una narrativa fresca y personajes complejos, pero la reacción del público impidió que el proyecto alcanzara su potencial completo.
A pesar de este revés, Jung-jae concluyó su declaración con gratitud hacia los fans que apoyaron la serie y esperanza para el futuro. "El racismo es un problema difícil, pero creo que puede terminar algún día. Mientras tanto, estoy agradecido por cada oportunidad y cada espectador que aprecia nuestro trabajo", afirmó.