En un panorama cinematográfico donde lo que reinan son las secuelas y el retorcimiento de sagas y franquicias para exprimir hasta la última gota de su rentabilidad en taquilla con spinoff y con largometrajes que responden a estructuras algorítmicas para funcionar entre la audiencia, Robert Zemeckis estrena la que es, sin lugar a dudas, su apuesta más arriesgada y emotiva en base a la novela gráfica de Richard McGuire, que muestra el inexorable paso del tiempo en un mismo plano a lo largo del tiempo, mostrando cómo infinidad de personas y animales han pasado por ese exacto punto dejando su rastro; con emociones y recuerdos que, a pesar de todo, pasan al olvido. Tom Hanks y Robin Wright se reencuentran, treinta años después de 'Forrest Gump', para protagonizar este emocional relato sobre el implacable paso del tiempo.
Robert Zemeckis irrumpe en la cartelera de Hollywood con un filme arriesgado que rechaza las modas algorítmicas: un plano estático que habla sobre el paso del tiempo
'Here' no ha tenido demasiada suerte durante su estreno comercial en Estados Unidos y la crítica profesional anglosajona machacó y castigó el largometraje de Zemeckis hasta tal punto que el público no se ha atrevido a darle una oportunidad a la atrevida apuesta del veterano cineasta. Hollywood ya no es lo que era y la industria del entretenimiento audiovisual ha cambiado radicalmente, hasta tal punto que salirse de la norma puede suponer el hundimiento comercial de una película, sin importar quién protagoniza y dirige el proyecto. Zemeckis dice aquí adiós a los convencionalismos y abraza la libertad creativa con un pequeño evento teatral que, si conectas, llega al corazón. El cineasta rechaza el movimiento de cámara y planta la cámara en un encuadre fijo para mostrar cómo entre esos mismos cuatro costados pasan varias generaciones de personas y familias dejando tras de sí sueños, ilusiones, recuerdos, enfados, sonrisas y lágrimas. El director, que siempre ha roto con los convencionalismos con productos como 'Beowulf' o la irreplicable '¿Quién engañó a Roger Rabbit?', se quita de en medio el montaje picado y acelerado mainstream para centrar la atención del espectador en una sola cosa: la conexión emocional con los personajes y su dramática.
Es realmente difícil no sentir algún tipo de vínculo con los personajes de 'Here' cuando uno se ha criado con su familia en el mismo hogar y, posteriormente, nuevas generaciones han acabado llegando a esa misma casa para iniciar su camino. Tom Hanks y Robin Wright, rejuvenecidos digitalmente para poder desarrollar su vida ficticia desde la adolescencia hasta su vejez, son quienes llevan la batuta cantante del relato siendo el motor y el punto de anclaje con los espectadores, pero sus interpretaciones, en esta ocasión, no son las que más brillan: Paul Bettany y Kelly Reilly, que se meten en la piel de los padres de las estrellas de 'Forrest Gump', se comen al apartado interpretativo con sus deslumbrantes apariciones que dan a esta especie de obra teatral de Zemeckis un toque muy realista. Se trata de un largometraje sencillo, con una historia mundana y completamente normal cuyo único propósito es desvelar al público que, en la vida, estamos de paso y que todos aquellos recuerdos que construimos en un lugar quedan, tarde o temprano, sepultados por el tiempo.
Puede que 'Here' no sea la mejor película de Zemeckis en lo que respecta a sus apartados narrativos, pero se trata de una aventura con la que cualquier persona puede sentirse identificada y eso, lo parezca o no, es extremadamente complicado de encontrar a día de hoy en el cine, donde todo son efectos especiales, superhéroes, sagas y live-action que nos sumergen o aíslan en otro tipo de fantasías. Desde aquí rompemos una lanza a favor de esta rara avis que, sin duda, va a ser recordada cuando se hable de la filmografía de Zemeckis, tanto por su forma como por su estructura y mensaje. Puede que el filme sea torpe al intercalar las vivencias de varias familias y se pierde un poco cuando quita el foco de la trama de Hanks y Wright, pero el resultado general es mucho más positivo que negativo.
