La historia de Elena Tejada, la única mujer policía que consiguió infiltrarse en la organización terrorista ETA, ha resurgido con el lanzamiento de La Infiltrada, el nuevo filme de Arantxa Echevarría. Esta película, con Carolina Yuste y Luis Tosar en el papel principal, se ha convertido en un éxito de taquilla desde su llegada a los cines el pasado 11 de octubre. La película, basada en hechos reales, narra la vida de Tejada, quien durante ocho largos años vivió bajo una identidad falsa, infiltrada en una de las organizaciones más peligrosas de Europa. Su objetivo: obtener información vital para desarticular comandos y frenar las actividades terroristas.
Fue Aranzazu Berradre durante ocho años
Elena Tejada no se consideraba una agente habitual. Con tan solo 22 años y recién graduada de la Academia de Policía de Ávila, fue elegida para una de las tareas más peligrosas que un policía podía enfrentar: infiltrarse en ETA. Sin tener experiencia anterior en operaciones de este tipo, sus superiores confiaron en su habilidad para llevar una vida doble. Enmascarada como Aranzazu Berradre, inició un viaje que la condujo a convivir con algunos de los integrantes más relevantes de la organización.
Llegó a unirse a los Titiriteros de Sebastopol
San Sebastián fue el escenario principal de su misión. Elena, o en otras palabras, Aranzazu, compartió un piso franco con dos dirigentes clave de ETA: Kepa Echevarría y Sergio Polo. En este entorno, la joven agente supo ganarse la confianza de ambos. Su capacidad para infiltrarse en los grupos más próximos a la banda fue tan eficaz que, por meses, trabajó en una carnicería próxima a partidarios de Herri Batasuna y llegó a unirse a los Titiriteros de Sebastopol, un grupo de teatro con conexiones a la izquierda abertzale. Todos pensaban que Aranzazu era una más.
Tuvo un puesto de responsabilidad en la banda
En su periodo de infiltración, Tejada también asumió responsabilidades logísticas esenciales como ser la chófer personal de Echevarría y Polo. Los llevaba a sus citas clandestinas, los trasladaba por el País Vasco, siempre bajo la supervisión a distancia de la Policía Nacional, pero conservando la calma necesaria para evitar sospechas. La tensión era constante. Estuvo a punto de ser descubierta varias veces, pero su temple y astucia le permitieron seguir con su misión sin que se descubriera su auténtica identidad.
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Fue una figura clave para destapar la falsa tregua que ETA había anunciado
El apogeo de su operación se produjo en 1999, cuando Elena fue clave para destapar la falsa tregua que ETA había anunciado. Con una impresionante sangre fría, consiguió recopilar datos cruciales acerca de los planes de la organización, lo que facilitó la desarticulación del Comando Donosti, uno de los más peligrosos y activos de la banda. La operación culminó con la detención de Echevarría y Polo, dos de los líderes más buscados por las fuerzas de seguridad del Estado.
Una doble vida de servicio que tuvo un alto precio
Sin embargo, el logro de la misión implicó un elevado coste personal. Después de la detención de los etarras, la banda no tardó en descubrir la auténtica identidad de Elena Tejada. ETA emprendió una campaña de búsqueda, repartiendo su imagen y la de sus progenitores en todo el País Vasco y también en Logroño, su ciudad de origen. Tejada se transformó en un blanco clave de la organización, lo que la forzó a desaparecer y romper toda relación con su vida anterior.
Continúa en paradero desconocido
Desde aquel momento, poco se conoce acerca de su paradero. Se cree que ha pasado por distintas embajadas internacionales y que, en la actualidad, continúa residiendo fuera de España con una identidad nueva. Su vida quedó marcada para siempre por la misión que llevó a cabo y por la amenaza constante que aún pesa sobre ella. Tiene familia y sus hijos no saben esta historia; incluso quizá vaya con ellos a ver La infiltrada.
Carolina Yuste, quien da vida a Tejada en La Infiltrada, ha expresado la complejidad de interpretar a una mujer cuya vida ha estado oculta tras el anonimato. Ella sigue en activo, pero en otro país. No emitió juicio sobre el guion, pero espero que esta película sea un homenaje a su valentía”, comentó la actriz en una entrevista. Además de ser un emocionante thriller, la película también representa un reconocimiento a los oficiales de policía que pone todo en juego en la batalla contra el terrorismo. Elena Tejada simboliza a esos protagonistas que, desde la oscuridad, batallaron para que España pudiera disfrutar de paz.
