Strange Darling es una de esas películas que, desde los primeros minutos, te atrapan con su estética y personajes únicos, evocando momentos que bien podrían pertenecer al cine de Quentin Tarantino, con su estética camp o sus personajes extravagantes y carismáticos. La película, dirigida por JT Mollner, combina persecuciones, diálogos cargados de tensión y momentos casi surrealistas que recuerdan incluso a la obra de David Lynch. Todo esto sin perder esa esencia de thriller psicológico que la convierte en una obra inquietante y estética y narrativamente atractiva. No es un filme que aspire a ser el gran ganador de premios como los Óscar, pero es un verdadero placer cinematográfico para una tarde de cine que exige algo más que el típico entretenimiento de taquilla.
La premisa es simple, una cita de una noche que sale rematadamente mal, pero la narrativa real es otra cosa, una retorcida muñeca rusa narrada en seis capítulos desordenados, que juegan con la percepción del espectador, ofreciendo una historia que se despliega de manera no lineal, lo que no solo mantiene la tensión en todo momento, sino que te invita a prestar atención a cada pequeño detalle. Este caos ordenado, lejos de confundir, sirve para subvertir las expectativas del espectador, algo que probablemente sea lo que fascinó a Stephen King, quien ha elogiado abiertamente esta obra. Es un juego del gato y el ratón, donde no todo es lo que parece.
Dos protagonistas con una química imposible
Lo que realmente eleva a Strange Darling por encima de otros thrillers similares es el magnetismo de sus protagonistas. Willa Fitzgerald (la serie de Scream y La caída de la casa Usher), interpretando a 'The Lady' (la dama), ofrece una actuación hipnótica, llena de matices. Su capacidad para transmitir vulnerabilidad y fuerza al mismo tiempo es impresionante, y es difícil imaginar a otra actriz en este papel. A pesar de que la película sufrió un parón en el último tramo de su producción, porque los productores querían sustituir a la actriz, que fue defendida a capa y espada por el propio director de la cinta. Su contraparte, Kyle Gallner (Smile), como 'The Demon' (el demonio), maneja con maestría su rol, jugando con el misterio y la violencia contenida, un asesino que por momentos parece estar a punto de desbordarse.
Las influencias de cineastas como De Palma y Lynch se hacen evidentes en las relaciones entre los personajes y en la manera en que Mollner comunica la historia. Las interacciones entre ambos están cargadas de una tensión casi palpable, donde las palabras se sienten como armas tan poderosas como las que se ven en pantalla. Es este juego psicológico consagra a este filme por encima de una simple película de asesinos, otorgándole una capa de complejidad que pocas veces se ve en el cine actual.
Más que una película de asesinos en serie
La estética visual de la película es igualmente destacable. Filmada completamente en 35mm, tiene un aire vintage que la separa de los thrillers contemporáneos, haciéndola sentir más como una pieza de cine de culto intencional que como una simple obra de género. Las luces rojas y azules que bañan las escenas nocturnas, los contrastes marcados y la crudeza de las escenas diurnas, todo contribuye a crear un mundo donde el peligro está siempre presente, acechando justo fuera de la vista.
Strange Darling desafía la percepción del público de manera constante
Pero si algo define a Strange Darling es su habilidad para sorprender. Con cada capítulo, la película desafía las expectativas del público, entregando giros inesperados y manteniendo un ritmo vertiginoso que hace difícil apartar la vista de la pantalla. Las persecuciones son frenéticas, la violencia es cruda, pero nunca gratuita, y la trama, aunque desordenada, siempre se mantiene clara, un mérito que muchas otras películas no logran cuando adoptan este tipo de estructuras narrativas no convencionales.
Eso sí, no es una película perfecta. Tras un inicio y desarrollo impresionantes, el final de la película, cuando todos los hilos se empiezan a desenmarañar, puede sentirse un tanto predecible, pero al ser en los últimos minutos, es perdonable, además, incluso en ese momento, se guarda alguna sorpresa. Es un thriller subversivo y lleno de giros con persecuciones, armas, gore, hippies, drogas, comedia involuntaria y mucha acción. Con un desenlace algo convencional pero que casa perfectamente con lo mostrado.
Strange Darling arriesga, que juega con las convenciones del género y, a pesar de sus pequeños tropiezos, consigue crear una experiencia cinematográfica única. No es un thriller palomitero, sino una pieza que exige la atención del espectador, recompensando a aquellos dispuestos a sumergirse en su mundo oscuro y retorcido.
Hemos visto la película completa en adelanto gracias a la cortesía de Vértice Cine.
Vandal Random es el vertical especializado en cine, series, anime, manga, cómics y entretenimiento en general de Vandal. En estas páginas también encontrarás artículos sobre cultura, ciencia e historia orientados a la divulgación. ¡No olvides decirnos lo que te parece este artículo o darnos tu opinión sobre el tema participando en los comentarios!