George Clooney, a sus 63 años, ha adoptado un enfoque más selectivo en su carrera actoral, priorizando proyectos que le permitan trabajar con personas que disfrutan lo que hacen y evitando experiencias desagradables. En una reciente entrevista conjunta con Brad Pitt para GQ, Clooney habló sobre cómo el valor del tiempo cambia con la edad, destacando que ya no está dispuesto a pasar meses de su vida en un proyecto que lo someta a situaciones difíciles, como las que vivió en el rodaje de Tres Reyes bajo la dirección de David O. Russell.
'La peor experiencia de su vida'
El actor recordó su experiencia en la película, donde interpretó uno de sus primeros papeles importantes en cine. Clooney describió esa producción como "la peor experiencia de su vida", debido al comportamiento abusivo de Russell hacia el equipo de rodaje.
Según Clooney, Russell gritaba y humillaba a los miembros del equipo, lo que llevó a un enfrentamiento físico entre ambos. Este conflicto marcó profundamente a Clooney, quien afirmó que no volvería a trabajar con Russell en la actualidad, independientemente de la calidad del proyecto.
Tuvieron un altercado físico
A lo largo de su carrera, el actor ha trabajado con muchos directores, pero su experiencia con Russell es una que nunca ha olvidado. La tensión en el set de Tres Reyes alcanzó un punto álgido cuando Clooney intervino para defender a un extra que estaba siendo maltratado por Russell. El incidente terminó en un altercado físico que se hizo público años después. A pesar de que ambos han hecho las paces, Clooney continúa rechazando la idea de trabajar en un ambiente tóxico solo por el bien del producto final.
David O. Russell, conocido por su talento pero también por su comportamiento difícil en el set, ha tenido enfrentamientos similares con otros actores, como Amy Adams y Jennifer Lawrence. Adams, quien trabajó con Russell en La gran estafa americana, ha hablado abiertamente sobre lo devastador que fue trabajar bajo su dirección, llegando al punto de llorar en repetidas ocasiones en el set. Estos incidentes han consolidado la reputación de Russell como un director talentoso pero difícil, algo que muchos en la industria de Hollywood conocen bien.