Hace más de una década, Jennifer Lawrence y Joan Rivers se vieron envueltas en una sonada disputa que resaltó tensiones no solo entre ambas figuras, sino también sobre los valores que se promovían en los medios de comunicación. En ese tiempo, Lawrence se había consolidado como un ícono de Hollywood gracias a su participación en grandes producciones como Los Juegos del Hambre y X-Men, y ya era una figura influyente, con una imagen pública que abogaba por la autenticidad y la aceptación del cuerpo.
La disputa comenzó cuando Lawrence criticó el programa Fashion Police, conducido por Rivers, por perpetuar un ambiente tóxico que enfatizaba críticas hacia la apariencia física de las mujeres. Durante una sesión de preguntas y respuestas organizada por Yahoo!, Lawrence expresó su descontento con los estándares de belleza irreales y las críticas destructivas hacia el físico, destacando cómo estos elementos se normalizaban en programas como aquel. Argumentó que este tipo de contenido mediático enseñaba a las jóvenes generaciones a valorar a las personas por criterios superficiales y dañinos.
"Hay programas como Fashion Police que simplemente muestran a estas generaciones de jóvenes cómo juzgar a las personas basándose en todos los valores equivocados y que está bien señalar a las personas y llamarlas feas o gordas", señaló la actriz.
Rivers, conocida por su humor ácido y sin filtros, no tardó en responder a las críticas de Lawrence. En una serie de tweets, Rivers defendió su programa y acusó a Lawrence de hipocresía, señalando que la actriz había disfrutado de los elogios del programa cuando le convenía. "Es curioso cómo Jennifer Lawrence amaba a Fashion Police durante la temporada de premios cuando la felicitábamos todas las semanas. Pero ahora que tiene una película que promocionar, de repente nos metemos con todos esos actores pobres e indefensos. Me di cuenta de por qué Jennifer Lawrence se cayó mientras subía al escenario para conseguir su Oscar. Tropezó con su propia arrogancia", tuiteó la presentadora.
A pesar de la acritud del enfrentamiento, ambos lados eventualmente moderaron su retórica y la disputa se fue diluyendo con el tiempo, especialmente después del fallecimiento de Rivers en 2014. Aunque Lawrence continuó defendiendo su postura sobre la importancia de promover valores más saludables en los medios.