Jet Li, un actor renombrado en artes marciales, causó revuelo al rechazar un papel en la icónica serie Matrix. Fue considerado para el papel de Seraph, el guardián de la Oráculo, en Matrix Reloaded y Matrix Revolutions. Sin embargo, Li tenía reservas sobre los términos de su participación, especialmente en lo que respecta a la captura digital y la propiedad de sus técnicas de artes marciales.
En una entrevista, Li expresó su incomodidad con la idea de que sus movimientos, perfeccionados a lo largo de toda una vida de entrenamiento, se convirtieran en propiedad intelectual de la compañía de producción. Esta preocupación finalmente lo llevó a declinar el papel, que luego fue otorgado a Collin Chou.
El equipo de producción tenía la intención de digitalizar sus movimientos, que luego serían de su propiedad de manera indefinida en una librería digital. Sintió que permitir que sus movimientos fueran capturados digitalmente y poseídos significaría perder una parte significativa de su legado cultural y personal. Esta postura refleja una discusión más amplia en la industria creativa sobre los derechos de propiedad intelectual y las consideraciones éticas de digitalizar y poseer habilidades únicas de un artista.
A pesar de no unirse a la franquicia, la carrera de Jet Li continuó floreciendo. Logró un éxito significativo en otros proyectos de Hollywood, incluyendo un papel memorable en Arma letal 4. Su decisiónno impidió su crecimiento profesional; en cambio, le permitió perseguir roles que se alineaban más estrechamente con sus principios e integridad artística. Notablemente, Li fue elegido como El Emperador en la adaptación en acción real de Mulán de Disney, mostrando su continua prominencia en la industria cinematográfica.
