Quentin Tarantino está actualmente preparando su despedida de la industria cinematográfica con 'The Movie Critic', la que en teoría será su última película tras haber conquistado a la audiencia con 'Érase una vez en Hollywood', sacando lo mejor de Brad Pitt y Leonardo DiCaprio teniendo que hacer frente ambos a las demencias de la familia Manson. La carrera del querido guionista y director está repleta de éxitos, pero hay un filme en particular que parece haber caído en gracia a prácticamente todo el mundo: 'Malditos bastardos'. La cinta de 2009 cuenta con secuencias increíbles y un reparto de gran nivel, pero el elenco podría haberse quedado sin una estrella clave y la obra habría sido diferente.
Diane Kruger, estrella de Troya y Unknown, tuvo que demostrar a Tarantino que tenía suficiente talento como para estar en Malditos bastardos
En el filme de Tarantino, Diane Kruger dio vida a Bridget von Hammersmark, una espía de los aliados que, por desgracia, termina siendo descubierta por el implacable Hans Landa de Christoph Waltz. Según parece, el responsable de Pulp Fiction no tenía ningún interés en Kruger y no quería darle siquiera una oportunidad, puesto que no la veía para el papel. Sin embargo, la actriz no quiso darse por vencida y terminó demostrando al director que siempre es mejor dar una oportunidad: "Tuve que pagar mi vuelo desde Nueva York a Alemania porque él, aunque es obviamente norteamericano, no iba a verme en Estados Unidos", comentaba la actriz. Tuve que pasar por todas estos momentos que definitivamente me sacaron de quicio, pero me dije: '¿Sabes qué? ¡Que le jodan! Voy a hacerlo y demostrarle que podría hacerlo'", continuaba.
"Y al final funcionó pero a veces parece injusto y simplemente tienes que cambiar la narrativa", proseguía la estrella de Hollywood, que desde luego se marcó un papel increíble que, sin duda, es de los más representativos de su carrera como actriz. Krueger dio una lección a Tarantino que no olvidará jamás después de su interpretación: "Creo que para él debe haber sido una lección.
A veces estoy segura de que yo también soy culpable de eso, de etiquetar a la gente, sabes que van a actuar de una forma y luego no lo hacen para nada". Malditos bastardos sigue siendo, a día de hoy, una de las películas más brutales de la Segunda Guerra Mundial y un acercamiento a la misma muy diferente al resto de contenidos bélicos.