Conmoción en el cine alemán. Til Schweiger, conocido cazanazis en Malditos bastardos de Quentin Tarantino, ha sido acusado de agredir a un trabajador durante el rodaje de su última película. La producción de Constantin Film, que elevaba a Schweiger a un nuevo papel protagonista tras Noche de fin de año, Esto es la guerra o Los tres mosqueteros de Paul W.S. Anderson, ha iniciado una investigación interna para saber lo ocurrido. A eso se le suman otras polémicas, como la falta de seguridad en el rodaje o el comportamiento, errático y problemático, del citado actor alemán.
Una película polémica, malas condiciones en el rodaje y un Til Schweiger problemático: Manta, Manta 2 es una bomba de relojería en Alemania
Lo cierto es que, como comentan en Spiegel y en medios como FAZ, Manta, Manta 2, la película que está rodando en estos momentos, es un cúmulo de problemas y deficiencias. Por un lado, tenemos el problemático y peligroso comportamiento errático de Schweiger, responsable de una agresión en el set, pero también se han denunciado varias irregularidades en la seguridad, que habrían conducido a una mujer cayendo de un tejado y sufriendo heridas graves.
Al parecer, Constantin Film, a través de su máximo responsable Martin Moszkowicz, está trabajando para aclarar estos asuntos, iniciando una investigación interna. Se habían confirmado acusaciones varias de acoso y violencia contra Schweiger, todo a raíz de un altercado en el rodaje, en el que el actor llegó muy borracho.
La productora quiso zanjar el tema suspendiendo la filmación prevista para ese día y advirtiendo al intérprete, amenazándolo de una millonaria multa si no cumplía con sus compromisos. Desde la productora se contrató a un bufete de abogados independiente para investigar si las normas se estaban cumpliendo, y desde entonces, se han registrado numerosas deficiencias en la filmación que están luchando por subsanar.
"Hay que buscar un código de conducta para toda la industria", ha explicado Moszkowicz, que pese a que sabe que Schweiger es su gran estrella, ha decidido pausar y no buscar otros proyectos con el actor y director. El asunto ha saltado a la política, ya que incluso la ministra alemana de Cultura, Claudia Roth, ha opinado sobre el tema, confirmado que si hay películas que no se regulan o mantienen sus normas de seguridad y control, no tendrán subvenciones estatales de ningún tipo, achacando el mal comportamiento del actor a las actitudes machistas y patriarcales de la sociedad.