La cancelación de la tercera temporada de Mindhunter fue un jarro de agua fría. Netflix y David Fincher, que llevan colaborando durante más de una década, han dado luz verde a los más diferentes proyectos, películas y series. Tras dos temporadas, la plataforma y el cineasta decidieron dejar Mindhunter en la estacada. Sí, la audiencia tuvo que ver en esta drástica decisión, pero Fincher, que acaba de estrenar El asesino con gran éxito, revela los verdaderos motivos que llevaron a la empresa y él a decir adiós.
Mindhunter terminó en Netflix por esta razón: David Fincher no podía invertir más tiempo en ella y no tenía claro qué ocurriría con la ficción en el futuro por sus altos costes
Aquella decisión, controvertida y muy criticada por los usuarios, no agrió en absoluto su relación con Netflix. El autor, que siempre ha defendido que no quería que su ficción fuese una oda a los crímenes reales como otros programas del portal, ha explicado que Mindhunter era una serie muy compleja de producir y hacer, muy costosa, por lo que tanto él como Netflix debatieron durante meses al respecto.
Querían hacer una serie sólida, serie y veraz, y no caer en los tópicos de otras producciones de asesinos en serie. La tercera temporada, de hacerse, tenía que hacerse bien a múltiples niveles. Y eso requería esfuerzo y tiempo.
"Tal vez House of Cards no era un gran riesgo, pero Mindhunter sí. Teníamos claro que era una serie procedimental sobre ciencias del comportamiento que no sería ni Expediente X, ni CSI, ni Mentes Criminales", explica sobre los orígenes del proyecto. "No pudimos completar la trayectoria que pensamos en un principio, pero fue una apuesta. También fue una serie cara también. Muy cara. Llegamos tan lejos como pudimos hasta que finalmente alguien nos dijo: 'No tiene sentido producir esta serie así, a menos que puedas reducir el presupuesto o hacerlo más popular, para que lo vea más gente'", explicaba el director.
"No queríamos cambiar nuestro enfoque, así que, respetuosamente, nos dijeron que estaban poniendo un límite en este ámbito. Eso es todo: siempre doy un pequeño paso al margen de lo que se espera de mí. De lo contrario, no me interesa", concluía. Es decir, Mindhunter no pudo continuar por problemas de presupuesto, financiación y exigencias del propio creador, David Fincher, que no quería traicionar sus premisas y las bases sobre las que construyó una de las series de culto de Netflix.
