Que el mercado laboral es muy diferente al que vivieron los trabajadores de los 70 y de los 80 es algo que está constatado. Mientras en esta época, los sindicatos tenían fuerza suficiente como para mejorar las condiciones de los trabajadores, ahora estos están a merced de lo que dicten sus jefes y si te toca uno regular, te puedes esperar lo que ha ocurrido a 20 trabajadores en China.
Despedir a un empleado, todavía (y esperemos que siga así) no es barato, tienes que alegar un motivo y si este hace su trabajo, la cosa se complica hasta en el país asiático, que en la última década ha ganado bonaza y derechos. Es entonces cuando entra en juego el ingenio y la picaresca, cómo hacer que los trabajadores renuncien, sin derecho a indemnización, para ahorrar bien de dinero. La empresa china que ha acaparado las secciones virales de miles de periódicos tuvo la solución definitiva a esto, trasladar su sede a una zona remota montañosa cuyo acceso era toda una odisea para los trabajadores. El siguiente paso era ya nacionalizar la empresa en Nepal y poner la sede en el Everest.
La nueva ubicación (partiendo de que la antigua estaba en un distrito céntrico) en las montañas Qinling fue descrita como extremadamente remota por los trabajadores que han denunciado la situación, según reporta South China Morning Post, Llegar allí requería un viaje de dos horas y aquellos que no tuvieran coche, les esperaba un autobús que pasa cada tres horas (unas condiciones que les serán familiares a algunos trabajadores de Madrid) aunque después del bus, les esperaba una caminata de tres kilómetros por senderos montañosos en una zona plagada de animales peligrosos como perros salvajes.
Por si fuera poco, las nuevas oficinas carecían de baños y obligaba a que los trabajadores tuvieran que desplazarse al pueblo más cercano para poder miccionar, atravesando las zonas con depredadores. La decisión de la empresa ha sido fuertemente criticada tanto por el público como por sus empleados, evidenciando una falta de consideración hacia las necesidades y bienestar de su personal.
Vuelta a la ciudad tras la renuncia
Esta situación ha llevado a más de 20 empleados a protestar y presentar acuerdos de renuncia. Sin embargo, la sorpresa llegó cuando, pocos días después de las renuncias, la empresa trasladó su sede de vuelta al centro de la ciudad y comenzó a contratar nuevo personal. Esto ha alimentado sospechas de que la empresa podría haber orquestado deliberadamente estas condiciones adversas para inducir la renuncia de los empleados y evitar los costes asociados con los despidos legales.
En respuesta a las críticas y acusaciones, el representante de la empresa, Zhang, afirmó que la mudanza fue una medida temporal destinada a reducir costos debido a los altos alquileres en el distrito comercial central. Sin embargo, esta explicación ha sido recibida con escepticismo, especialmente después de que los empleados descubrieran que la empresa había vuelto a su ubicación original tan pronto y estaba contratando nuevo personal. Las acciones de la empresa han sido vistas como una táctica para evadir responsabilidades financieras hacia los empleados, generando un debate en torno a las prácticas éticas en el mundo corporativo.
