TikTok es una de las grandes redes sociales del momento, ofreciendo entretenimiento a millones de personas con vídeos y contenidos de todo tipo. Una plataforma que se adapta de maravilla a las necesidades de los consumidores, lanzándoles contenido relacionado con sus búsquedas sin parar con un amplio abanico de creadores de contenido disponibles para elegir lo que más interese. Sin embargo, eso es lo que les llega a los consumidores, la cara buena de TikTok. Pero en realidad hay mucho material dañino y oscuro que es censurado y eliminado del medio por los moderadores.
Esos moderadores se pasan horas y horas al día repasando vídeos que podrían contener (y suelen contener) imágenes oscuras y pasadas de roscar, todo para que los usuarios no reciban ese material y estén "a salvo" consumiendo solamente vídeos que no tienen en su haber ningún tipo de contenido que pueda hacer estragos sobre la salud mental. Ahora, dos exmoderadores, Ashley Velez y Reece Young, han acusado a TikTok y a ByteDance (su empresa matriz) por violar las leyes laborales de California al no garantizar que los trabajadores pudieran estar protegidos del trauma emocional que podían tener al consumir sin parar ese tipo de imágenes.
Demasiado contenido oscuro
Los moderadores, según la demanda, deben revistar los vídeos durante no más de 25 segundos. En ese plazo de tiempo, los moderadores deben tener claro si un contenido pasa o no el corte y además hay que considerar 100 etiquetas para introducir en el vídeo. Las jornadas son de 12 horas diarias con un descanso para almorzar de una hora y dos descansos de quince minutos.
“El trauma psicológico y los trastornos cognitivos y sociales que enfrentan estos trabajadores es grave. Pero están siendo ignorados y los problemas solo empeorarán, para la empresa y para estas personas", dice Steven Williams, uno de los abogados que representan a los moderadores de TikTok.
¿Qué se busca?
Los exmoderadores de TikTok esperan sacar una compensación económica por estos daños psicológicos y además que se repasen y ajusten las condiciones en las que trabajan los moderadores para elegir y seleccionar los vídeos que se pueden publicar o no en la red social. Los moderadores son conscientes del trabajo al que se exponen, faltaría más, pero se pide que se tenga más en cuenta ese contenido que se está consumiendo y que se intente racionar más la información e imágenes dañinas que recibe cada trabajador. TikTok no es la primera red social en tener que hacer frente a esto.
Facebook, en su día, también tuvo que lidiar con una demanda similar por parte de sus moderadores y la solucionó con un pago de 52 millones de dólares.
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