El impactante megayate Koru de Jeff Bezos, con sus más de 127 metros de longitud, ha causado revuelo en el mundo náutico. Su tamaño colosal no solo le impidió pasar bajo un puente en los Países Bajos, sino que también lo ha relegado a un espacio inusual en Port Everglades, Florida, según señala el The New York Times.
Junto a buques cargacontenedores
En lugar de codearse con otros superyates privados, el Koru se encuentra anclado junto a enormes petroleros y buques portacontenedores. A diferencia de otros yates de lujo impulsados por motores diésel, el Koru es un velero, lo que lo distingue en el ámbito de las embarcaciones de los multimillonarios.
Construido por Oceanco, una empresa holandesa, este año, Koru no es solo el yate de vela más grande del mundo, sino también un símbolo de estatus y poderío económico.
La llegada de Koru a Port Everglades, tras su partida de Gibraltar, ha sido un evento notable. La mudanza de Bezos de Seattle a Miami, donde ha adquirido dos mansiones por un total de 147 millones de dólares, coincide con la llegada de su yate. Su presencia en Florida refuerza la imagen de Miami como un punto de encuentro para los ricos y famosos, y el amarre de Koru en un puerto comercial subraya la exclusividad y el estatus único de esta embarcación en el mundo de los superyates.
Tuvieron que desmantelar un puente histórico
El Koru, más que un mero vehículo de recreación, es un símbolo de opulencia, innovación y, a veces, controversia. Desde el debate sobre desmantelar un puente histórico en Rotterdam para su paso hasta su actual ubicación en un puerto comercial, el Koru ha generado discusiones sobre el impacto y la ética del lujo extremo. A pesar de las críticas, el yate sigue siendo un hito en la ingeniería naval y un testimonio del alcance y la influencia de personalidades como Jeff Bezos en el mundo moderno.
