En junio de este año, China inició la construcción de un pozo vertical en una zona desértica rica en petróleo, apuntando a una profundidad sin precedentes de 11 kilómetros. El objetivo es llegar a capas de la corteza terrestre que datan del período Cretácico, con rocas de hasta 145 millones de años. Sin embargo esta no es la primera que se intenta tal hazaña.
Esta empresa china no es la primera en su tipo. El pozo superprofundo de Kola, iniciado por la Unión Soviética en 1970 y concluido en 1989, ostenta el récord de la perforación más profunda en la tierra, alcanzando 12.262 metros, más profundo que la fosa de las Marianas.
A diferencia de la misión china, que tiene fines energéticos y de investigación de desastres naturales, el pozo de Kola se excavó principalmente para estudios geológicos, con el objetivo inicial de llegar a los 15.000 metros.
Altas temperaturas
Sin embargo, a medida que la perforación se adentraba en la tierra, se encontraron con condiciones extremas que no habían sido previstas. En particular, las temperaturas dentro del pozo superaron todas las expectativas, alcanzando los 180 °C a 12.066 metros de profundidad, casi el doble de lo anticipado. Este aumento inesperado de la temperatura presentó desafíos técnicos significativos, ya que las herramientas y equipos existentes en ese momento no estaban diseñados para operar en un ambiente tan extremo.
Además de las altas temperaturas, el pozo superprofundo de Kola se enfrentó a otros desafíos. La roca encontrada a estas profundidades era menos densa de lo que habían teorizado los científicos, lo que complicaba aún más la perforación. En 1985, un grave accidente provocó el colapso parcial del pozo y el relleno de unos 5.000 metros de su profundidad. Este revés fue un golpe significativo para el proyecto, requiriendo una reanudación de la perforación desde una profundidad mucho menor. A pesar de estos esfuerzos, la disolución de la Unión Soviética y la falta de fondos llevaron a la suspensión definitiva del proyecto en 1992. Con el tiempo, el pozo se selló, convirtiéndose en un testimonio de una era de exploración geológica audaz pero plagada de obstáculos insuperables.
Carrera de prospección entre potencias
Durante la Guerra Fría, la carrera espacial entre la URSS y EEUU se extendió a la exploración terrestre. Estados Unidos lanzó el Proyecto Mohole en 1958, intentando perforar el fondo del océano Pacífico, pero fue abandonado en 1966 debido a su alto costo. La URSS, por otro lado, alcanzó un hito con su pozo superprofundo de Kola..
A pesar de los desafíos y fracasos, las profundidades de la Tierra han revelado sorpresas. El pozo de Kola, por ejemplo, descubrió fósiles de plantas marinas a 6.400 metros de profundidad y desmintió la teoría de que la roca cambia de granito a basalto a ciertas profundidades. Además de demostrar que a profundidades tan elevadas la roca es menos densa de lo que se pensaba y que la temperatura asciende más rápido de lo teorizado, según se profundiza en el suelo.