- ¿Cómo se encontraron los restos del Titanic? La alucinante misión militar que descubrió el naufragio
El Titanic volvió a ser tema de conversación después del terrible accidente que sufrió el submarino OceanGate, que actualmente yace en las profundidades junto a la prestigiosa embarcación que emprendió su primer viaje en 1912 sin demasiado éxito. Estando el transatlántico muy presente en nuestra actualidad, con hasta James Cameron aportando su opinión acerca lo que falló durante la travesía del Titán, ha vuelto a surgir en redes una pregunta recurrente: ¿Por qué no se sacan los restos del Titanic de las profundidades? La embarcación ha sido visitada en numerosas ocasiones a lo largo de la historia. Se tardaron siete décadas, aproximadamente, en localizar con precisión al Titanic y todos sus restos, pero ahora mismo su posición está perfectamente localizada. El mismo Cameron ha viajado numerosas ocasiones, acompañado de un equipo de profesionales, para recrear de la forma más fiel posible al barco para su película.
El presupuesto para sacar el Titanic de su tumba sería descomunal y es una operación inviable
Sin embargo, sacar el Titanic del Atlántico no es tan sencillo como parece a priori. El transporte se encuentra a 4000 metros de profundidad bajo el Atlántico Norte, lo que quiere decir que para poder arrastrarlo de nuevo a la superficie se necesitaría un equipo extremadamente costoso y una operación arriesgada que hasta podría poner en peligro la extracción. Hay que tener en cuenta que el estado de la embarcación es crítico, y cualquier pequeño movimiento puede terminar por destruir lo que queda. Con el paso de los años se han recuperado diferentes partes del navío para poder estudiarlo más en profundidad, pero la extracción total del Titanic es algo prácticamente imposible. Los daños podrían ser catastróficos y se perdería parte de la historia marina.
Con el tiempo se han realizado todo tipo de propuestas: llenar el Titanic de 180.000 toneladas de vaselina para que salga a flote, poner una serie de globos especiales que hicieran que el barco ascendiera poco a poco y hasta estuvo sobre la mesa, durante las décadas de los 70 y 80, el uso de electroimanes para poder ir rescatando el barco poco a poco. En líneas generales es una idea sumamente descabellada que sólo se ha visto representada en ficción, con Raise the Titanic (1980). Cualquier movimiento en falso podría terminar en desgracia acabando con la estructura base del Titanic y convirtiendo lo que queda en ruinas.
