Christopher Nolan lo tiene claro: la tecnología y su planteamiento cinematográfico con Oppenheimer le permitirá ofrecer la experiencia más inmersiva jamás imaginada en un cine. El realizador, que estrenará su realista y ambiciosa película en julio, ha estado trabajado con mucha dedicación y ahínco de cara a presentar un filme que, según él, no tiene rival a nivel técnico y que será una experiencia casi física. ¿Cómo? Quiere que los espectadores sientan en sus carnes y sus retinas lo que sería ser testigos una explosión nuclear.
Oppenheimer será una experiencia sensorial de tal calibre que Nolan quiere que los espectadores sientan lo que es una explosión nuclear
En una entrevista con The Associated Press, el director ha explicado que la nueva tecnología que ha utilizado para rodar Oppenheimer, la que podría ser su obra más ambiciosa hasta la fecha, le ha permitido ofrecer una experiencia casi física a los espectadores que decidan sentarse en una sala de cine. "Sabíamos que esta película tenía que ser algo sin parangón", comentaba el realizador.
"Ahora mismo somos capaces de hacer cosas con la imagen que antes solo éramos capaces de reproducir con el sonido, en términos de conseguir una experiencia casi física a la hora de ver la película en los cines", indicaba, haciendo alusión a la explosión nuclear que ha recreado sin infografía digital de ningún tipo. La idea era ofrecer un impacto visual al espectador, presentando cómo fue la gran explosión de la primera bomba nuclear diseñada por el hombre, algo que les tomó semanas. "Creo que recrear la prueba Trinity, la primera detonación de un arma nuclear, en Nuevo México, sin el uso de efectos especiales por ordenador fue un gran desafío", ha explicado Nolan en el pasado.
"Necesitamos recrear, mi equipo y yo, una meseta en Los Álamos, Nuevo México, con aquel clima tan extraordinario que se necesitaba para la toma... Las condiciones fueron muy duras, fue un auténtico desafío logístico", comentó en en su día. No obstante, Oppenheimer se ha rodado con un nuevo tipo de cámara IMAX, y es por eso que los desafíos técnicos a la hora de filmar eran casi un requisito de cara a lograr la mejor experiencia para los espectadores. Fue una apuesta personal. Y el director tiene un consejo para los espectadores. "Cuando estoy en un cine con una proporción de Cinemascope, me gusta estar cerca de la parte delantera, en el medio de la tercera fila. Pero cuando estoy en una sala IMAX 1.43:1, me gusta estar un poco detrás del centro justo en el medio. Un poco más atrás", afirmaba.
El filme se estrena el 21 de julio en cines.
