En 2011, el iPhone de Apple habló. Estrenó Siri, su inteligencia artificial con forma de asistente de voz, una revolucionaria idea que durante años se adelantó al mercado. Luego llegó Google Voice, Alexa y otros sistemas, que ahora están siendo reemplazados por ChatGPT, el chatbot que demuestra hasta qué punto estas herramientas han venido para quedarse. Mientras OpenAI perfila su apuesta, aliándose con Microsoft y Google desarrolla Bard y otras herramientas IA, la tercera en discordia, Apple, parece quedarse muy atrás. Los empleados de Cupertino no quieren usar Siri, la consideran tonta, y los ingenieros no dan con la tecla para cambiar la dinámica de un mercado que los está arrasando.
Siri no es suficiente: Apple se está quedando atrás en el terreno de la IA y no puede con ChatGPT
The New York Times y The Information han publicado un extenso informe sobre la evolución de la inteligencia artificial en las grandes corporaciones, y de qué manera Apple pretende subirse al carro. Y hay problemas.
Tras entrevistarse con más de una treintena de antiguos empleados de la manzana, que trabajaron en IA y machine learning antes de irse, se ha descubierto que en Cupertino no saben qué hacer con Siri y no encuentran la forma de lanzar su propia alternativa a ChatGPT. Sus modelos de lenguaje están caducos, no saben si integrarse con el sistema ya lanzado o patentar uno propio, y creen que Siri es un chiste comparado con las funciones de los nuevos chatbots.
Hay varias causas. Desde la fuga de talento, ya que Apple perdió a tres de los grandes ingenieros que estaban trabajando en mejorar Siri (Srinivasan Venkatachary, Steven Baker, y Anand Shukla), todo de una manera rápida y sin sustituciones mientras parecía que había una solución en camino. No ha llegado. Los empleados responsables de Siri saben que su sistema no está respondiendo bien, que otorga problemas a los usuarios que lo usan como asistente domótico, y que, teniendo en cuenta cómo se están entrenando IA de la competencia como la de Elon Musk, no tienen nada que hacer en los próximos años. Van tarde.
Las entrevistas de los citados medios revelan que el jefe del equipo encargado del visor de realidad mixta de Apple, Mike Rockwell, acabó frustrado en su intento de integrar Siri como sistema de IA con controles de voz del dispositivo. Cupertino presionó para que no fuese así, y su idea acabó desechada. Creen que el método de aprendizaje de Siri no es el correcto, y que hay que aprender de ChatGPT y sus inputs. Apple no quiere que su IA sea errónea o que de respuestas poco correctas, y piensan que su sistema es más fiable y genera menos prensa negativa que Alexa o el citado sistema de IA de OpenAI. En cualquier caso, Siri se queda atrás, nadie la usa y muchos ingenieros creen que Apple no será capaz de ponerse a la altura de la tecnología de IA por sus políticas empresariales y sus miedos a ser el hazmerreír en los titulares de prensa. Ahora lo son, pero por el funcionamiento de la propia Siri.
