El chocolate Toblerone es uno de los más conocidos y vendidos de todo el mundo. Se trata de un producto reconocible, muy famoso y célebre, que tiene un sabor muy estandarizado y que además tiene una forma característica de triángulos en su barra. Su empaquetado es muy famoso, ya que atesora el logo de la montaña Matterhorn de su frontal. Desgraciadamente, por culpa de la nueva Ley de Suiza y el cambio interno de la empresa, una de esas características se perderá para siempre.
El nuevo Toblerone no es 'suizo' y perderá su característico logo en el empaquetado
La cuestión de fondo es que, como explican en Bloomberg, el chocolate ya no cuenta con el sello de ser suizo, ya que el propietario estadounidense de la marca ha trasladado una parte de la producción del dulce fuera de Suiza.
Como remarcan fuentes suizas, Mondelez International, encargados de producir Toblerone, se ha visto obligada a cambiar el diseño de la montaña representada en el envoltorio para no violar la Ley Swissness. El año pasado, la empresa ya anunció sus planes corporativos, trasladando parte de la producción a la capital eslovaca de Bratislava para reducir costes.
Debido a esto, y en un movimiento que ha sido calificado de inteligente, Mondelez quiso modernizar el logotipo de la montaña, siendo más aerodinámico y parecido a la estética de la propia barra de chocolate. ¿La realidad? Un cuestión legal. Ya no podrán decir que la chocolatina viene de "Suiza”, y ahora se dirá "establecido en Suiza". No se quiere violar la controvertida Ley de Swissness, promulgada en 2017 en Suiza y la cual prohíbe los símbolos nacionales y las cruces suizas en el envoltorio de productos que no cumplen con los criterios establecidos, a fin de que los estándares de calidad no se vean mermados por los productos de inferior diseño y producción.
La empresa ha remarcado que la fábrica de Toblerone en Berna, Suiza, seguirá abierta, pero no está del todo claro qué papel desempeñará en el nuevo futuro corporativo de la compañía. Lo que sí sabemos es que el Toblerone dejará de ser igual a como lo concebíamos desde hace décadas, sumándose al cambio en su forma triangular hace unos años, que redujo la cantidad de chocolate en cada barra y espació las montañas de tan dulce snack.