Muchos están vaticinando la caída de Netflix. La compañía a cargo de Ted Sarandos pegó un buen bajón el año pasado en cuanto a número de suscriptores y horas de visionado se refiere, a pesar de que al cerrar 2022 se estimó un pequeño ascenso con respecto a su tremenda caída en bolsa. Esa caída en picado podría pronunciarse aun más con el fin de las cuentas compartidas, medida implementada ya en España que está ocasionando problemas a bastantes usuarios. Pero ese no sería el mayor problema de Netflix, su peor pesadilla se llama YouTube, plataforma que conoceréis perfectamente a estas alturas. Parece ser, según recogen desde Espinof, que YouTube superó en porcentaje de visionado a Netflix en Estados Unidos. Es decir, que vídeos como los de MrBeast con más consumidos que series o películas de Netflix.
La audiencia de YouTube está creciendo y la compañía recompensa muy bien a sus creadores de contenido
Esa amenaza creciente que muchos estaban dejando de lado no solo afecta a la compañía de Sarandos, también a HBO Max e incluso Prime Video, a pesar de que la superada el año pasado fue la gigante roja del streaming. YouTube está dando buenos pagos a sus creadores de contenido por aquellos vídeos que logran tener una amplia repercusión. Por ejemplo, no hace mucho os hablamos de la hazaña que realizó el mencionado MrBeast al ayudar a 1000 personas a recuperar la vista de forma desinteresada. Es más que evidente que YouTube se está convirtiendo en la nueva televisión, las cifras así lo avalan, y no son pocos los que prefieren ver algún vídeo de su creador de contenido preferido a tragarse mil y un anuncios en televisión tradicional.
Netflix necesita dar un giro de tuerca a su enfoque o podría continuar bajando peldaños. Actualmente va camino de convertirse en la plataforma más odiada por los espectadores habituales del audiovisual, y cancelaciones como la de Mindhunter no ayudan en absoluto a que la cosa mejore. YouTube, por su parte, continúa recompensando a sus creadores de contenido para que sigan haciendo los mejores vídeo para atraer a más y más audiencias. La guerra del streaming no va en relación a la calidad, sino al registro de horas de visionado y cantidad de público que se alcanza.
