Harry Potter es una de las sagas más exitosas de la industria, que todavía a día de hoy sigue sin explotarse más allá de las nuevas películas de Animales fantásticos. Sin embargo, siguen apareciendo detalles que hacen que la historia de J.K. Rowling se mantenga vivita y coleando dentro del panorama audiovisual. Han aparecido ahora los diarios de Alan Rickman, artista que interpretó a Severus Snape desde La piedra filosofal hasta Las reliquias de la muerte, que por desgracia falleció en 2016. El actor fue diagnosticado en 2005 con cáncer de próstata, pero tomó la decisión de seguir pegado a su personaje por un motivo extraordinario que va más allá de la ficción.
Alan Rickman no quiso separarse de su personaje en ningún momento
En sus textos desvelados, se confirma que Rickman quedó maravillado por el personaje desde que Rowling le explicó que era uno de los más especiales, puesto que Snape, como bien sabréis, siempre intentó proteger a Harry Potter. Desde el principio. Y el motivo es porque estuvo enamorado de su madre Lily toda su vida de forma incondicional.
En 2007, dijo que sí a La Orden del Fénix para mantenerse pegado al personaje: "Finalmente, sí a Harry Potter 5. La sensación no es ni de arriba ni de abajo. El argumento que gana es el que dice: 'Ve hasta el final. Es tu historia'", escribía Rickman.
"Terminé de leer el último libro de Harry Potter", decía Rickman ese mismo año. "Snape muere heroicamente, Potter lo describe a sus hijos como uno de los hombres más valientes que jamás haya conocido y llama a su hijo Albus Severus. Esto y una pequeña información de Rowling hace siete años son los que me motivaron: Snape amaba a Lily, y eso me dio un borde al que aferrarme en el precipicio". El trabajo de Alan Rickman es uno de los más recordados de la saga, y después de conocer el final del personaje y sus intenciones en todas las películas, ya no se puede ver la saga del mismo modo. Todo cambia gracias a él, y eso sí es verdaderamente mágico; cómo un solo personaje puede cambiar una historia tan compleja apareciendo más bien a cuenta gotas en las cintas.
