Aprovechando que ahora se celebra el 20 aniversario de Harry Potter y la piedra filosofal, se están repescado todo tipo de recuerdos y momentos que a lo largo de los años han hecho que la saga se haya convertido en un viaje único y repleto de magia. Chris Columbus está gozando ahora mismo, debido a ese evento de celebración, de una popularidad impresionante, debido por supuesto a que es el director de esa ya mencionada primera entrega y de La cámara secreta. Columbus, parece ser, conocía al dedillo las obras de J.K. Rowling y se involucró muchísimo en el proyecto con el trío protagonista: Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint.
Pero aunque se metiese de lleno en la obra y quisiera controlar hasta el último punto y coma del guión y el acting de los artistas con pelos y señales, había una cosa que se le escapaba: Alan Rickman. La historia del actor británico es la más curiosa de todas en lo que a casting se refiere, dado que el actor de Love Actually era el único que conocía el destino de Severus Snape en la historia completa de Harry Potter (y por ende conocía también parte del desenlace), y eso es lo que le hizo aceptar el papel y convertirse en una de las peores pesadillas de El niño que sobrevivió.
Una de las mejores elecciones de Harry Potter
Columbus, de hecho, ha explicado a AV Club cómo habían convencido a Rickman para querer involucrarse en el proyecto. J.K. Rowling le llevó a cenar y le contó algo sobre lo que le iba a pasar a Snape a lo largo de la serie y en el séptimo libro", prosigue Columbus. "Cuando estábamos en el plató, él hacía pequeños gestos en su actuación que no podía entender de dónde salían. Me acercaba y le preguntaba ‘¿qué ha sido eso?’, y él decía ‘oh, lo sabrás cuando leas el séptimo libro’. Y yo estaba como ‘bueno, sí, pero eso no me ayuda ahora que estoy con la primera película’".
Rickman era el único que podía preparar como es debido la evolución de su personaje para orientarlo todo hacia el gran final, para que de verdad impactase en el espectador y este quedase prendido totalmente de la aventura que había vivido Severus Snape para en realidad proteger constantemente a Harry Potter a lo largo de las siete entregas.
