Robert Eggers es de los pocos cineastas de género actuales que puede hacerse un hueco entre el gran público. Un gigante patio de butacas que parece tener solamente ojos para las franquicias, las adaptaciones, los remakes y los superhéroes. El cineasta se encuentra en estos momentos a punto de estrenar The Northman (El hombre del norte) en cines (llegará a nuestro país el 22 de abril), y ha confesado para The Guardian que es incapaz de poder ver su opera prima: La bruja.
"Sinceramente, a día de hoy no soporto ver La Bruja.
No es que sea mala, las interpretaciones son estupendas, pero no era lo suficientemente hábil como cineasta para llevar a la pantalla lo que había en mi cerebro", detalla Eggers.
Es curioso que el cineasta tenga esta impresión de La bruja porque es considerado uno de los mejores largometrajes de terror en lo que va de siglo para muchos espectadores. Metida dentro del saco de ese ámbito llamado terror elevado (en el que también se colarían Hereditary, Midsommar y muchas otras) supuso también el descubrimiento de Anya-Taylor Joy como actriz, que además con el paso del tiempo cada vez se ha colado en producciones de mayor calibre repitiendo por supuesto con Eggers con la mencionada The Northman.
"Con El hombre del norte, estoy orgulloso de la película, pero no todo es lo que esperaba. Así que me gustaría hacer algo con el alcance y la escala que realmente pueda llevar a la pantalla lo que está en mi imaginación".
Habrá que ver cómo es la recepción de esa nueva película protagonizada por Alexander Skarsgård. Por ahora las críticas han hablado maravillas de la misma en las proyecciones que ya se han realizado del largometraje y la crítica está bastante contento con el resultado. Y es que parece que Eggers aquí se alejará de su zona de confort para adentrarse en la era vikinga de la forma más salvaje y sangrienta posible.