Jesse Williams, la antigua estrella de Anatomía de Grey, dejó la serie tras muchos años en ella. Williams, que abandonó tras la renovación por una temporada 18 del show de ABC, ha confirmado cuál fue su razón y qué motivos lo llevaron a decir adiós al drama médico protagonizado por Ellen Pompeo. En una jugosa entrevista concedida a New York Times, Jesse Williams aborda qué pensó cuando tomó su decisión, qué quiso hacer después y cómo enfoca su carrera hacia el teatro y otros proyectos.
Williams abandonó la serie junto a otros veteranos de Anatomía de Grey y esta fue su razón
Anatomía de Grey tiene un flujo constante de entradas y salidas, con actores y actrices que abandonan, regresan o entran por primera vez en el reparto que da vida al Grey Sloan, el hospital ficticio del show que se emite en España a través de Fox y Disney+.
La más grande de las estrellas que decidió abandonar el programa fue Williams, quien interpretó al cirujano plástico Jackson Avery desde la temporada 6 hasta la temporada 17. Con el paso de los años, Avery se convirtió en uno de los preferidos de los fanáticos de la serie, siendo uno de los protagonistas principales y con las tramas más interesantes de todas.
Pero contra todo pronóstico, Jackson decidió mudarse a Boston para poder tener un enfoque más práctico y cercano con la Fundación Catherine Fox, enfocándose también en su amor intermitente, April Kepner (Sarah Drew). Eso fue la puerta de salida del actor de la producción de Shonda Rhimes, y en una entrevista reciente con The New York Times, el intérprete habló un poco sobre su decisión de dejar la ficción que durante tantos años le había acogido. Según ha afirmado, cuando otras ofertas comenzaron a tentarlo (particularmente la que está interpretando ahora, un papel principal en la obra de Broadway Take Me Out), Williams se dio cuenta de que tenia que avanzar.
"Sabía que, mientras preparaba mi salida de la serie, lo siguiente que aceptase tenía que ser muy aterrador", comenta Williams, que deseaba un desafío que lo volviese a enganchar como actor. "Necesitaba salir de mi zona de confort, necesitaba adentrarme en lugar completamente desconocido", concluye el actor, que es consciente de que las carreras suelen estar marcadas por los trabajos duraderos en series y sagas de películas y que, a veces, romper con todo ayuda a cimentar un futuro más diverso y completo a nivel profesional. Entre los proyectos que aceptó está Detroit: Become Human, el exitoso juego de QuanticDream en el que encarnó a un androide.
