El gobierno de Nueva Zelanda ha dado su primer gran paso de cara a prohibir de manera definitiva el tabaco y el hábito de fumar. En las antípodas españolas se ha prohibido fumar a cualquier persona nacida después de 2008. La medida busca hacer ilegal que cualquier persona en Nueva Zelanda fume, sin importar la edad que tenga. Los actuales fumadores no se verán afectados por la medida que ha contado con tantos defensores como detractores en el país. Como informan desde Gizmodo y el medio Stuff, se intenta evitar que las nuevas generaciones caigan en las redes del tabaquismo o generen adicción a esta droga de uso legal en casi todo los países del mundo.
Nueva Zelanda busca medidas para frenar el tabaquismo
"Queremos asegurarnos de que los jóvenes nunca comiencen a fumar, por lo que estamos legislando para una generación libre de humo al convertir en delito vender o suministrar productos de tabaco a personas de 14 años cuando la ley entre en vigencia", ha comentado la funcionaria de salud de Nueva Zelanda, Dr.
Ayesha Verrall. "A medida que envejecen, ellos y las generaciones futuras nunca podrán comprar tabaco legalmente", continuó Verrall. "Porque la verdad es que no existe una edad segura para empezar a fumar", matizaba.
Esta medida irá acompañada de otras prohibiciones y restricciones, como el control de la venta de tabaco en las tiendas minoristas, que servirán de filtro a la venta de cigarrillos. Se pasará de 8000 establecimientos a unos 500, que además ofrecerán únicamente tabaco con bajo contenido de nicotina, eliminando de golpe variedades y modelos más adictivos o con sabores. Desde el departamento de salud de Nueva Zelanda se remarca que las enfermedades relacionadas con el tabaquismo son la principal causa de muerte evitable en el país, arrebatándole la vida a unas 5000 personas cada año en unas islas que tienen unos 5 millones de habitantes.
El gobierno remarca que el sistema de atención médica de Nueva Zelanda paga la factura de las enfermedades relacionadas con el tabaquismo, otorgándoles cobertura completa. Y es aquí dónde se encuentran con el principal problema: las personas mayores todavía fuman pero no se les dejará en la estacada. Quieren que dejen de fumar, pero al mismo tiempo les permitirán seguir con su adicción bajo una cobertura sanitaria y legal. Es más: el gobierno quiere ayudarlos para que dejen sus malos hábitos si así lo desean con programas especiales y cursos.
"También se está dando prioridad a las medidas prácticas de apoyo para los fumadores", ha matizado la citada Verrall. "Fumar es un hábito difícil de dejar. Y cuando pienso en todos los fumadores por los que me he preocupado, la gran mayoría quiso dejar de fumar y lo intentó muchas veces", concluía. Esta nueva legislación es pionera y demuestra que en Nueva Zelanda le han declarado la guerra al tabaco. Hay muchos que creen que es una manera de coartar libertades, y no queda claro qué tipo de penas o multas tendrán que pagar aquellos que sean sorprendidos fumando o vendiendo tabaco.
