Alec Baldwin afirma de manera rotunda que el jamás llegó a apretar el gatillo durante el rodaje de Rust, una filmación que se saldó con la muerte de la directora de fotografía del film. "Nunca apuntaría con un arma a nadie y apretaría el gatillo, nunca", ha afirmado el actor y productor a la televisión ABC, (vía Cinemanía). Se trata de la primera entrevista que la estrella de Hollywood ha concedido a la televisión tras el accidente.
Alguien puso munición real en la pistola y las autoridades ya tienen claro qué sucedió
"Alguien puso munición real en esa pistola, una bala que ni siquiera debía estar en el edificio", explica Baldwin, que afronta diferentes demandas por negligencia e incluso pudiendo afrontar consecuencias penales. El actor, que también ejercía de productor del western, rompió a llorar delante de las cámaras al recordar la muerte de Hutchins. "No me creo que sea real. Era alguien muy querida y admirada por todos los que trabajaban con ella", ha asegurado.
Mientras las declaraciones de Baldwin tienen eco a nivel internacional, los investigadores del estado de Nuevo México (EE.UU), lugar en el que se produjo el accidente, han comenzado el registro de la empresa que suministró la munición y las armas para el rodaje del filme. La policía estaría intentado averiguar el origen exacto de la munición que entregó la compañía PDQ Arm & Prop LLC con sede en Albuquerque y cuyo dueño, Seth Kenny, ya confirmó a las autoridades que vio un cargamento etiquetado de manera errónea o inusual. Kenny también dejó claro que había trabajado anteriormente con el padre de Hannah Gutiérrez Reed, la joven de 24 años encargada de la armería en Rust, y el cual tiene costumbre de trabajar con munición real para prácticas de tiro en las filmaciones.
En cualquier caso, las declaraciones de los profesionales que habían participado en el rodaje de Rust han descrito la situación durante las filmaciones como precarias, con protestas sobre el trato, la organización y la manera en la que se estaban realizando las cosas. Al parecer, dimitieron media docena de empleados el mismo día del accidente, harto de las condiciones laborales y del poco cuidado visto en las grabaciones. Durante las investigaciones de la policía local, se encontraron múltiples cajas con "cartuchos de fogueo, balas falsas y balas verdaderas", todas ellas apiladas sin seguir las instrucciones de seguridad.
